Si no se actúa con preocupación y diligencia, Guayaquil podría perder su legado arquitectónico. La lista creciente de edificaciones en riesgo de demolerse, que incluye no solo estructuras patrimoniales sino también iglesias, genera preocupación entre los habitantes de la ciudad.

Este Diario ha informado sobre el deterioro progresivo de numerosas estructuras emblemáticas en el casco central de Guayaquil. Edificaciones que no solo son testigos mudos de nuestro pasado, sino que representan la identidad misma de nuestra comunidad. Sin embargo, en lugar de protegerlas y restaurarlas, nos encontramos ante la angustiante realidad de que podrían desaparecer por el abandono.

El descuido y abandono, ahora evidenciado por el mal estado de un edificio ubicado en la avenida 9 de Octubre, debe marcar el inicio de una serie de proyectos destinados a la recuperación y conservación de varios inmuebles en el centro de Guayaquil. Estos esfuerzos no solo deben apuntar a restaurar estos edificios para que sean habitables nuevamente, sino que forman parte de un plan integral de desarrollo de condominios. Este enfoque tiene el objetivo de revitalizar esa zona de la ciudad, que también enfrenta problemas de inseguridad. Las autoridades deben tener voluntad para hallar soluciones y beneficios en medio de los problemas.