Un presunto delincuente falleció tras recibir un disparo en el abdomen por parte de un policía en el barrio Amazonas, al sur de Ambato, en la madrugada del lunes 20 de enero.

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Según testigos, el hombre, de aproximadamente 40 años, habría ingresado a una vivienda con la intención de robar.

El dueño de la casa, al percatarse del delito, activó la alarma comunitaria, lo que movilizó a los vecinos y a la Policía de la Subzona de Tungurahua durante la madrugada.

Al llegar al lugar, los uniformados intentaron detener al sospechoso, quien, al verse acorralado, sacó un cuchillo y trató de apuñalar a uno de los agentes.

"El servidor policial, en legítima defensa, utilizó su arma de fuego, disparando contra el sospechoso", informó el coronel Roberto Gavilánez, jefe subrogante de la Subzona de Tungurahua.

El cuerpo del hombre quedó tendido en la intersección de las calles Chugchilán y Curiquingue, mientras que los vecinos afirmaron no reconocerlo como parte de la comunidad.

Un fin de semana violento

Este hecho cerró un fin de semana marcado por la violencia en Tungurahua, con cuatro muertes violentas en menos de 48 horas.

El sábado 18 de enero, dos hombres fueron hallados sin vida en Izamba, al norte de Ambato, tras haber sido secuestrados en el cantón Píllaro. Los cuerpos presentaban múltiples impactos de bala y fueron abandonados en un camino solitario.

Ese mismo día, a las 14:30, la Policía encontró el cadáver de una mujer de 23 años en la parroquia Ambatillo. La joven fue asesinada con varios disparos, sumando otro caso que conmocionó a la provincia.

Con la muerte del presunto delincuente, Tungurahua acumula ya diez muertes violentas en lo que va de enero, un inicio de año que alarma tanto a las autoridades como a la ciudadanía.

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