Con el debate de anoche se abrió la puerta de la recta final de las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 9 de febrero. A solo tres semanas para que los ecuatorianos regresen a las urnas en una jornada que marcará el futuro del país, las propuestas de los candidatos siguen resistiéndose a salir del lodo del populismo, los lugares comunes y las acusaciones al contrincante. Por el bien de la nación, el ciudadano debe informarse, cuestionar y exigir soluciones estructurales a los males del país a aquellos que aspiran a los puestos de poder.

Es por eso que llama la atención que las redes sociales, que son canales de comunicación directa con el electorado, estén siendo usadas por los políticos más como plataformas de entretenimiento que como medios para explicar sus ideas y planes de gobierno. Aunque la intención estratégica de hacer memes y coreografías en TikTok es tratar de conectar con el voto joven, puede ser una mala jugada. Muchos caen en el ridículo y la burla, lo que es peligroso, ya que ser viral no es una garantía de éxito electoral. Esto convierte en pregunta sensata la planteada estos días por una guayaquileña de la tercera edad mientras hacía fila en un centro comercial y refunfuñaba de los candidatos: “¿Por qué ahora todos los políticos solo bailan?”.

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