La pandemia, la inseguridad desbordada y las crisis políticas y económicas no han permitido aterrizar en los hogares un problema silencioso y preocupante: las dificultades de aprendizaje de los estudiantes con la modalidad virtual.

Este problema quedó en evidencia desde 2020 cuando, por causa de la COVID, el 70 por ciento de estudiantes tuvo inconvenientes en el acceso a la enseñanza en línea, dejando vacíos académicos en 6 de cada 10 alumnos.

Ese rezago escolar se ha profundizado en los campos básicos del conocimiento: niños de 10 años a los que se les dificulta leer y comprender un texto, que tampoco razonan las operaciones numéricas, desconocen el entorno que los rodean, entre otras cosas.

Urge que el Ministerio de Educación diseñe un plan para acortar las brechas, pero también de recuperación de aprendizaje, para contar a futuro con ciudadanos mejores preparados en diversas competencias y que el Estado no pague caro el precio de un descuido más.