No ha sido difícil adivinar lo que pide la mayoría de ecuatorianos a sus autoridades: paz. Una paz englobada en la seguridad, que puedan caminar por sus calles sin miedo a ser asaltados o baleados, sin ver tantos jóvenes drogándose y dañando su vida, si estar temerosos al oír el ruido de una moto que aparece de la nada, que puedan abrir sus negocios sin miedo a ser extorsionados, sin angustia a salir de la casa porque no se sabe si habrá un buen regreso. ¡Ojalá como país podamos alcanzar esa paz tan deseada por todos!

¿Qué regalo pediría para los ecuatorianos?

“Le pediría más seguridad, porque esta fiesta es de los niños y son los que más sufren con lo que está pasando. No es justo que muchos hayan muerto”.

“La seguridad es lo que más preocupa y no solo aquí en Guayaquil, sino en todo el país, porque está incontrolable. Esperemos que el próximo año mejore”.