La reciente declaración del alcalde de Guayaquil, instando a aquellos ciudadanos que anhelan un estilo de vida sin problemas a mudarse a Suiza, ha generado un debate candente en la sociedad. ¿Simple provocación o una expresión de realismo crudo?

Guayaquil ha estado inmersa en un proceso de transformación urbana y desarrollo económico en las últimas décadas. Sin embargo, persisten desafíos significativos en áreas como la infraestructura, la seguridad ciudadana, la movilidad y la calidad de vida, por lo que las palabras del alcalde pueden entenderse como un llamado de atención sobre las expectativas realistas de lo que una ciudad puede lograr en desarrollo.

Pero también surge una interrogante sobre su liderazgo en la construcción de una visión compartida para el futuro de una ciudad. Es mejor reconocer los desafíos pendientes, pero de forma inclusiva y no menospreciando las naturales aspiraciones de los ciudadanos.

La comparación con Suiza, un país conocido por su calidad de vida y eficiencia, debe ser tomada como un recordatorio de que el camino hacia la excelencia urbana es arduo y requiere el compromiso de todos los actores involucrados. ¿Qué tipo de ciudad quieren construir los habitantes de Guayaquil?