La política ecuatoriana no deja de asombrar. Quienes manejan el poder o intentan llegar a este hacen cada cosa por distraer al pueblo, dando ‘pan y circo’, como se dice haciendo alusión a la costumbre de los emperadores romanos de distraer la atención del pueblo de los cruciales problemas sociales que de verdad interesan.

Las botas que el presidente Daniel Noboa utilizó el viernes pasado en el informe a la nación llamaron más la atención que el pobre discurso que dio. Bien es conocida su pobreza discursiva, al punto que tuvo que sustentarse en videos para mostrar lo que, según él y sus asesores, le interesaba al pueblo conocer. Al final del día, las ‘bototas’ del ‘presi’ terminaron por aplastar el informe, del que nadie habla. Todo son las botas.