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Opinión

Editorial: ¡Comenzar a crecer hacia arriba!

Cuando las ciudades aumentan su densidad poblacional mejoran sus capacidades para proveer de servicios básicos a sus habitantes porque los vuelven más baratos y accesibles. Construir sistemas de alcantarillado, agua potable o redes de energía eléctrica siempre será más económico cuando se piense en zonas con mayor cantidad de habitantes. De ahí la importancia de crecer hacia arriba, con edificios, y no horizontalmente.

Desde hace más de 30 años, por ejemplo, los valles en los alrededores de Quito han sido escenario de un crecimiento horizontal indiscriminado, que ha complicado muchísimo el trabajo de las administraciones municipales para dotarlos de servicios públicos y de movilidad.

Bien ha hecho el Municipio de Quito, entonces, al aprobar un nuevo régimen de uso de suelo cuyo objetivo es desestimular y evitar la construcción de más casas y multifamiliares en los valles, y en particular en el de Tumbaco, que es el que más ha crecido poblacionalmente en los últimos años.

La nueva normativa impide dividir en lotes pequeños las propiedades para construir casas y de esa forma buscar que la población más bien trate de revitalizar zonas de Quito que han sido o están en camino de ser abandonadas. La capital debe crecer verticalmente.