Poco han hecho los candidatos que participarán en las próximas elecciones seccionales para acercarse al pueblo y sembrar en ellos el interés por sus propuestas, a través de los debates organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Es preocupante ver cómo gran parte de los ecuatorianos no están sintonizados con los comicios del próximo 5 de febrero, en los que se elegirán alcaldes, prefectos, concejales, vocales de juntas parroquiales y a los siete vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

Pero son los mismos candidatos los que cargan con la responsabilidad del alejamiento de los ciudadanos, quienes no dejan de expresar su fastidio por ‘alegres’ e incongruentes ofertas que vociferan los políticos cuando pasan por los barrios o a través de plataformas digitales.

¿Cuántos aprovecharon el escenario propuesto por el CNE para mostrar un verdadero plan y explicar cómo lo ejecutarán, dejando de lado la típica ‘labia barata’, llena de lugares comunes, y los ataques a sus adversarios? La respuesta está en las últimas cifras presentadas por encuestadoras nacionales, las cuales revelan que los electores no saben por quién votar, que la indecisión por los alcaldes llega al 50 por ciento, y por los prefectos está en el 60 %. Este voto desinformado le volverá a pasar factura al país.