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Opinión

Editorial: Los riesgos de caminar por el centro de Guayaquil

Deben tomarse medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la preservación del patrimonio urbano

El mal estado de las estructuras de algunos edificios del centro de Guayaquil es un llamado de alerta para los ciudadanos, administradores de inmuebles y, también, para las autoridades de la ciudad, responsables de hacer cumplir las normativas, especialmente con respecto a las edificaciones más antiguas. Esto cobra aún más relevancia considerando que en el casco central del Puerto Principal existen edificaciones que superan los 30 años de antigüedad.

Los transeúntes son los más expuestos a los desprendimientos de vidrios de ventanales, mampostería y otra clase de materiales que, por el paso del tiempo y las extremas condiciones climáticas, representan un riesgo para la seguridad. Sin embargo, esto también revela un signo visible de desinterés por el corazón de Guayaquil, que ha sufrido un deterioro considerable, cuyo envejecimiento es evidente en las fachadas deslucidas de algunas edificaciones y hasta en el abandono de otras, lo cual se convierte en un atractivo para los delincuentes.

Deben tomarse medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la preservación del patrimonio urbano. La restauración de los edificios antiguos debe ser una prioridad, tanto para proteger a los transeúntes como para devolverle la vitalidad al centro de Guayaquil.