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Opinión
Editorial: No lo conviertan en botín político
La venta del Banco del Pacífico podría verse afectada por rumores de boicot y cuestionamientos sobre su gestión. Es esencial que el banco mantenga su integridad y asegure una venta transparente y sin interferencias externas
Las historias que rodean al Banco del Pacífico podrían afectar su valoración en el momento de concretar su esperada venta. La correcta administración de esta institución privada con accionista público es de interés para los contribuyentes.
Han surgido sospechas de un posible boicot por parte de instituciones financieras para perjudicarlo, y uno de sus principales abogados ha realizado declaraciones que podrían poner en entredicho la transparencia de su gestión. Ante estas circunstancias, corresponde al representante legal del banco disipar cualquier duda sobre acuerdos oscuros con abogados que hayan prestado servicios previos a la entidad, y se debe investigar cualquier intento de sabotaje.
Dado que es uno de los bancos más importantes del país, representa un objetivo atractivo para aquellos que ocupan los puestos más altos del Estado, ya sea para acceder a sus fondos o para beneficiar a socios y amigos.
Por lo tanto, es crucial que el banco no se convierta en un botín político de ningún régimen, y que no sufra el mismo destino que otras instituciones estatales donde los únicos beneficiados son sindicatos privilegiados que no reflejan la realidad de los trabajadores. Para mantener su buena reputación y evitar daños adicionales, es imperativo que se concrete su venta sin interferencias políticas o intereses financieros.