Para el Ministerio del Interior, lanzar la ‘pelota’ es, quizá, la mejor manera de quedar fuera del juego. Pero no. En estos días se evidenció que han desaparecido datos de las muertes violentas en el archivo oficial. Los números, de repente, cayeron. Sin embargo, los medios de comunicación continuaron reportando crímenes, como el hallazgo de un hombre carbonizado en Quito.

Sobre el caso, agentes de la Dinased no han sido capaces de confirmar nada. No saben. O dicen que no saben. ¿Qué intentan esconder? El Ministerio asegura que la competencia del manejo de cifras es de la Policía Nacional, aunque está bajo su mando, y se lava las manos.

Aquí hay más de un gato encerrado. Con ocultar las cifras no conseguirán maquillar la realidad.

¿Cree que se oculte información a propósito?

“Es claro que no dicen los datos completos, quizá para tapar la incapacidad de manejar tanta delincuencia. Lo que vemos es más grave”.

“La sensación de estar inseguros quizá no se vea en las estadísticas, pero es una realidad palpable. Vemos delitos y muertos todos los días”.