Exclusivo
Opinión

Editorial: Menos discurso vacío y más debate

Los debates presidenciales deberían ser un espacio de confrontación real de ideas, no una simple pasarela de frases memorizadas

Los debates presidenciales deberían ser un espacio de confrontación real de ideas, no una simple pasarela de frases memorizadas. Sin embargo, en muchas ocasiones, parecen más un trámite obligado que un ejercicio de democracia. A menos de un mes del próximo cara a cara entre los finalistas, es momento de exigir que estos encuentros dejen de ser un espectáculo vacío y se conviertan en un verdadero intercambio de propuestas.

El Comité de Debates ha anunciado cinco ejes temáticos, pero aún no hay claridad sobre los contenidos específicos. ¿Se hablará, por ejemplo, del futuro de los subsidios? ¿De cómo piensan desmantelar las mafias en la salud pública y el IESS? ¿De reformas que eviten que los partidos políticos sean simples negocios electorales? La lista de temas urgentes es extensa, y los votantes merecen respuestas claras.

También debe revisarse la función del moderador, quien no debe ser solo un árbitro del tiempo, sino un conductor que desafíe a los candidatos a debatir, a contradecirse, a exponer sus ideas con profundidad. Sentarlos en una mesa, cara a cara, como en el histórico debate entre Febres-Cordero y Borja, sería un primer paso para recuperar el verdadero espíritu de estos encuentros. De lo contrario, solo será más billete público botado en un ‘show’ vacío. Ecuador no necesita más teatro, sino soluciones reales.