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Opinión

Editorial: Focalización directa a los beneficiarios

No tienen carro pero, de manera indirecta, con sus impuestos, pagan parte de la gasolina que otros consumen. Y es que los subsidios deben beneficiar a los sectores y grupos humanos que realmente los necesitan: los más pobres y los que requieren recuperarse para no ir a la quiebra, pues de lo contrario se incrementarían los índices de desempleo con los despidos de personal.

Algunos sectores productivos precisan ayuda más urgentemente, por haber sido los más afectados por la pandemia, la crisis mundial por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, y los paros por las protestas indígenas de octubre de 2019 y junio de 2022, como el caso de las florícolas, el turismo, los agricultores y los emprendedores.

Sin embargo, estas compensaciones no pueden eternizarse ni mucho menos generalizarse. El Estado ecuatoriano no puede mantener ayudas económicas que terminan favoreciendo a los más pudientes ni a quienes se enriquecen con ellas, como en el caso del contrabando de combustibles en las fronteras con Colombia y Perú.

De allí la urgente necesidad de buscar un mecanismo que permita entregarlos directamente a los sectores más deprimidos, eliminando cualquier desvío por corrupción. El Gobierno debe tener como prioridad la implementación de un sistema de focalización inteligente.