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Opinión
Editorial: ¡Bájele a las frituras!
La pandemia nos obligó a comer sano, pero eso no se cumplió en todos los hogares ecuatorianos. Muchos recurrieron a recetas insalubres, repletas de grasas, sal y azúcar. Fue un festival de ‘chatarra’ que ahora ha profundizado la diabesidad (diabetes-sobrepeso-obesidad), considerada como la nueva enfermedad del siglo XII.
Hay que erradicar la creencia de ver ‘salud y vida’ en una persona extremadamente voluminosa, mucho más en los niños que, según el censo del INEC de 2019, la incidencia entre sobrepeso y obesidad en menores de 5 a 11 años es del 35,4%. Pero esto no solo se consigue con la ayuda del Estado, que debe asumir los costos de enfermedades generadas por la mala alimentación, también es responsabilidad de los ciudadanos. Bájenle a las frituras.
¿Cree que el sobrepeso es un problema de salud pública o personal?
“No es ni personal ni de salud pública porque considero que es de educación. No se fomenta una cultura de nutrición correcta. Eso hace falta”.
“Creería que es personal. Cada quien es dueño de su cuerpo y es responsable de lo que entra en su organismo y cada quien sabe qué es bueno consumir”.