En el concierto del puertorriqueño Daddy Yankee, el martes 4 de octubre en el estadio Modelo Alberto Spencer, de Guayaquil, hubo de todo: relajo, hurtos, desnudos y hasta pedida de mano, siendo esta última la que puso a suspirar a varios que estaban en la localidad ‘Gasolina’.

Un joven se arrodilló y sacó un anillo para proponerle matrimonio a su novia, mientras de fondo el artista cantaba su tema ‘Llamado de emergencia’. El momento se volvió viral en redes sociales.

El ingeniero civil Alberto Rivera, de 30 años, y la doctora Katiuska Matamoros (27), quienes tienen dos años de relación sentimental, le contaron a EXTRA los detalles de ese momento romántico.

“Fue lindo y emocionante el momento. No me lo esperaba porque pensé que sería después (...) Daddy me encanta y era su último concierto. Como la letra del tema habla de medicina, siendo yo doctora, lo complementó”, cuenta Katiuska.

Ellos estuvieron acompañados de amigas, quienes ya sabían los planes, por eso grabaron la ‘épica’ ocasión.

“No me imaginaba que se iba a compartir mucho en redes sociales. Fue una pedida de mano especial. Al principio no quise entrar al concierto porque fue muy difícil el acceso y las largas filas, pero todo valió la pena. Le dije que sí”, agrega.

Se conocieron en pandemia

En junio de 2020, en plena pandemia de la COVID-19, Katiuska se graduó de la universidad y una amiga realizó una reunión para festejar. Aunque al principio sus padres no querían dejarla ir porque era en Vinces, Los Ríos, accedieron, ya que Katiuska conoce bien el cantón, pues hizo durante un año su internado allá.

“Durante todo ese tiempo no había conocido al primo de mi amiga, pero en esa reunión nos vimos y fue cuando inició todo”, añade.

La pareja estima que la boda civil será para mediados de noviembre y la eclesiástica el próximo año. 

EN QUITO

El estadio olímpico Atahualpa se llenó de fanáticos de Daddy Yankee, no solo quiteños sino de varias provincias del país. Hasta allí llegaron un grupo de amigos desde Cuenca y Paute para coger los primeros puestos. "Nos bajamos del bus y venimos directo a la fila", contó Klaider Ramón.

Fueron 10 horas de viaje y esperaron por el Big Boss durante 16 horas, pues llegaron a las cuatro de la mañana, vestidos con camisetas y gorras alusivas al cantante puertorriqueño.

También hubo gente que sacó vacaciones para el viaje, es el caso de Daysi Ayora, de 42 años. Ella trabaja en una notaría de Lago Agrio, provincia de Sucumbíos y sacó vacaciones para ver por última vez al reguetonero en su gira de despedida. Pero no llegó sola, se trajo a su hijo Andrés, también fanático. "No dejamos de lado nuestras responsabilidades, solo nos organizamos bien", comentó el muchacho.

Kerly Aymara llegó desde Chunchi, en la provincia de Chimborazo. “Estoy haciendo la rural y pedí permiso”, relató. El viaje es de un día porque ayer tempranito debía estar de nuevo atendiendo pacientes.

Cinco primas quiteñas también llegaron a tiempo para hacer fila para el show. “Nos organizamos para comprar las entradas, para peinarnos, maquillarnos y mandarnos a hacer camisetas personalizadas”, contó Estefanía Navarrete.

Pidieron permiso en el trabajo, encargaron a las ‘bendiciones’, aguantaron el aguacero que cayó en el norte de Quito la tarde del miércoles, pero no se perdieron ni un detalle del concierto.