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‘Vacuna’ con bala en un chongo de la capital
Unos tipos que se hacen llamar Los Lobos Invisibles causan terror a los trabajadores de un centro de diversión nocturna. Llegaron armados y dispararon en el lugar.
Cuatro tipos llegaron hasta un cabaré, ubicado en el norte de Quito. A lo lejos, los guardias que custodiaban la entrada principal pensaron que eran clientes que deseaban ingresar, hasta que oyeron algo que los aturdió.
“¡Es mejor que se abran, que se salgan!”, les dijeron los sujetos, quienes ingresaron a empujones hasta el local. Una vez en el interior, los tipos sacaron sus armas y empezaron a disparar indiscriminadamente.
Su objetivo era la pared del bar y el mostrador. La poca gente que estaba salió despavorida ante la agresión, mientras uno de los tipos aprovechó para robar a un cliente.
Todo esto quedó grabado en las cámaras de vigilancia del chongo. Luego, los tipos huyeron en un auto negro.
Uno de los trabajadores contó que estas personas se han identificado como Los Lobos Invisibles. “Están exigiendo a los propietarios que se les cancele entre 2.000 a 10 mil dólares”, contó uno de los trabajadores del lugar.
Con más fuerza
Agregó que estos delincuentes han regresado, pero con más violencia hasta el sector, donde existen cinco night clubs, los cuales, por el momento, no han vivido estos ataques.
“Hace nueve meses ocurrió una situación parecida, pero en esa ocasión, los tipos dispararon contra la fachada de otro local”, contó un morador del sector, quien omitió su nombre.
A lo que el residente se refirió, ocurrió en un local cercano. Aquellos extorsionadores pedían dinero, solo que días antes habían hecho circular papeles en los que exigían que se comunicaran con ellos a fin de llegar a acuerdos.
Sin embargo, esas amenazas no causaron miedo hasta que sucedió este nuevo incidente.
Perjuicio
El trabajador del cabaré baleado mostró el sitio afectado. Los agujeros de las balas estaban en la pared y también en la parte alta de un mostrador de madera. Las balas habían destrozado un espejo que estaba en ese espacio.
“Tenemos miedo de poner una denuncia porque no sabemos lo que pueda suceder después. Lo que sí exigimos es que las autoridades pongan un patrullero a vigilar este sector”, detalló el hombre.
Agregó que este local, como los demás, apenas quieren volver a funcionar con normalidad tras los dos años de pandemia que los obligó a cerrar. Pero con estas amenazas, consideran que la clientela ya no acudirá por miedo a resultar heridos o muertos por los ataques que ahora se hacen con más fuerza.