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¡Le ‘meten’ acelerador al Metro de Quito!
En agosto empiezan las pruebas de los trenes. Ayer el Municipio entregó la estación Cardenal de la Torre, donde probaron la accesibilidad del lugar.
Pablo Vargas es una persona no vidente y eso le ha traído problemas al subirse a un bus o al escoger una buena posición dentro de una unidad de transporte público. Siempre tenía miedo de lastimarse o sufrir algún accidente.
Sin embargo, la mañana de ayer, él y su perro guía ingresaron a la estación del Metro, Cardenal de la Torre, en el sur de Quito, para hacer un simulacro de la accesibilidad en el lugar y, según él, es un medio de transporte inclusivo.
El joven deportista, junto al labrador, bajaron gradas, cruzaron rampas y llegaron a la zona donde se subiría a uno de los vagones. Lo hicieron seguros y sin preocupaciones. “Me siento fantástico poder llegar a la parada sin problemas”, señaló.
Desde el ingreso al Metro, ubicado en la intersección de la avenida Cardenal de la Torre y Andrés Toledo, existe una franja blanca llamada podotáctil. Esta señalética sirve para que las personas con discapacidad visual puedan llegar al tren sin inconvenientes.
Según el alcalde Jorge Yunda, los trenes empezarían a hacer sus primeras pruebas en agosto y la obra estaría culminada en diciembre. La autoridad añadió que el costo del Metro es más de los dos mil millones de dólares y hasta el momento se encuentra en el 95 % de su construcción.
‘Un parque de yapa’
La mañana de ayer también se realizó la entrega del parque lineal Cardenal de la Torre. Un área de 13.725 metros cuadrados que fue intervenida en esta construcción por más de cuatro años y fue devuelta a la comunidad, a los barrios de la Quito Sur, El Calzado, Promoción Familiar, Recreo, entre otros.
Según el Municipio, en esta remodelación se invirtieron 240 mil dólares. Se entregaron siete canchas, áreas verdes y espacios peatonales.
Iván Méndez, presidente de la ciudadela Quito Sur, agradeció a la alcaldía por entregar las zonas deportivas mejoradas, pero solicitó que se construyan franjas para personas con discapacidad. “En los barrios aledaños tenemos muchos vecinos en esa condición”, señaló.
Luis Gaibor tiene un negocio de venta de repuestos frente a la estación. Según él, “ya era hora de que terminarán la obra”, porque ha perdido bastante clientela desde que se iniciaron las labores.