La parroquia La Unión, en el cantón Quinindé, se encuentra sumida en la consternación tras el trágico asesinato de Rafael Urdaniego, un padre de familia de tres niños menores de edad (9, 11 y 12 años). El suceso, que ha generado indignación y temor en la comunidad, ocurrió en la madrugada del 20 de febrero de 2025.

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Según testimonios de familiares, dos camionetas con militares llegaron a la vivienda de Rafael, donde irrumpieron de manera violenta. Los uniformados, sin ofrecer explicación alguna, apuntaron con sus armas a los familiares presentes y, presuntamente, torturaron a Rafael mientras sus seres queridos escuchaban sus gritos de auxilio.

“A pesar de que suplicaba por su vida, los militares hicieron oído sordo a sus súplicas”, dijo un familiar de la víctima que no quiso identificarse por temor a represalias.

La escena fue descrita como aterradora por los testigos, quienes afirmaron que los gritos de Rafael resonaban en la oscuridad de la noche, clamando por su vida. Tras lo que se considera un acto de brutalidad, los militares se retiraron en las camionetas.

Informe forense detalla que fue asfixiado

Cuando los familiares finalmente pudieron acercarse a Rafael, ya era demasiado tarde. Paramédicos del Cuerpo de Bomberos confirmaron su muerte al llegar al lugar. Según el informe forense, la víctima fue asfixiada.

“Nadie pudo auxiliarlo porque mientras lo tenían adentro, a los familiares nos tenían apuntados con armas para que no interviniéramos”, relató otro allegado a la víctima.

La Policía Nacional también se presentó en la escena para recoger evidencias y dar inicio a las investigaciones pertinentes, con el objetivo de determinar si los agresores eran efectivamente militares y esclarecer las circunstancias que llevaron a este acto de violencia.

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