A 20 minutos de la cabecera cantonal de Urcuquí, en la provincia de Imbabura, se encuentra la comunidad de San Alfonso de Iruguincho, cuyos habitantes aprovechan sus recursos naturales en más de 800 hectáreas de bosque primario, creando un destino turístico único de la zona: Timbuyacu, un complejo de aguas termales y cascadas.

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Con mingas comunitarias y el apoyo de las autoridades, construyeron un complejo de áreas húmedas que ofrece una experiencia relajante en plena naturaleza. Existen hidromasajes, baños de cajón y piscinas de aguas termales provenientes del volcán La Viuda, así como también la piscina polar.

Caminata de resistencia

En Timbuyacu, los amantes de la aventura pueden recorrer un sendero empinado en aproximadamente una hora y media (dependiendo del clima y la condición física) hasta llegar a dos impresionantes cascadas: Guagalá y Conrrayaro, la más grande, con 50 metros de altura.

Mientras se avanza por el sendero, los guías comunitarios comparten historias y conocimientos sobre la flora y fauna del bosque nativo.

Antes de ‘coronar’ la montaña, en un mirador, los comuneros construyeron un columpio, desde donde se puede apreciar la impresionante caída de agua.

Gissela Acurio, guía de turismo de Urcuquí, resalta que este destino forma parte de los geositios de la Reserva Cotacachi-Cayapas, y está rodeado por los volcanes Cerro Negro y La Viuda.

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