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Opinión

Editorial: ¡Políticos, a fin de cuentas!

Cuando les interesa, hablan ‘hasta por los codos’, no hay quien frene su lengua y ‘pintan pajaritos’ de colores’, llenando de ofertas y promesas a los ciudadanos. Son políticos, claro está. Ah, pero solo cuando les interesa, porque cuando ven la cosa seria hacen del voto de silencio su voz. Creen que callando pueden silenciar las críticas del pueblo o las exigencias de su oficio.

Y es que hacer voto de silencio no es de un político, que debe hablar de todos los temas relevantes, sin importar si están o no en la papeleta, o si va a tener o no un rédito electoral.

El ejercicio de la política no es un pasatiempo, está en casi todo, y quienes asumen el compromiso de hacer de ella el camino para mejorar la vida de las personas no pueden quedarse callados ante lo que sucede en el país.

¿Acaso aquellos anuncios de cambiar el país solo eran palabras? ¿Dónde quedan sus propuestas e ideas? Inmiscuirse en el debate público es parte de su responsabilidad para encaminar futuros cambios. Y esto solamente se logrará cuando el país tenga políticos que hablen de todos los temas relevantes. Es el momento de exigirles que sean verdaderos políticos, o se quiten esa etiqueta. Que quienes asuman ser políticos lo hagan por convicción. La sociedad no merece ser gobernada por improvisados.