Se armó la puñetiza, corren botellazos y sillazos, alguien saca un cuchillo o un machete, todo es un relajo, la sangre corre, pero nadie hace nada por llamar a la policía. No, mejor es grabar un videíto o tomar unas buenas fotos para subir a las redes sociales, ser los primeritos en ‘informar’ el hecho, aunque no se dé contexto y muchas veces hasta se tergiverse lo que ocurre; eso es lo de menos. Lo importante ahora es tener ‘material’ para ganar seguidores. ¡Qué absurdo actuar el que tienen ahora los ciudadanos!

El más reciente caso deja un claro ejemplo de aquello. Un video donde se escuchan las voces de unos hombres asombrados por cómo un sujeto le pega a una mujer, confirma que no importa lo que ocurra, hay que grabar. Aunque este sirvió para después dar con el agresor, no deja de ser cuestionable cómo quienes observaban la golpiza solo comentaban y grababan. Conscientes de que no se sabe ahora quién ande armado, puede justificarse el no intervenir, pero al menos pudieron gritarle al sujeto para que sepa que es visto y deje de atacarla.

¡Basta ya de quedarnos como simples espectadores del abuso! Que la vida virtual no reemplace esa vida real que llevamos. No dejemos que el simple hecho de ganar ‘me gusta’ nos destruya la sensibilidad como personas.

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