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Opinión
Editorial: ¡Exigen seguridad, ayuden pues!
El feriado de carnaval que acaba de terminar en Ecuador fue una bendición para un gran número de ciudades y sitios turísticos donde, hasta hace poco, pensar en disfrutar una fiesta en paz parecía imposible. Empresarios, hoteleros, dueños de restaurantes, comerciantes y gente vinculada al turismo pudieron salir del ‘cero’ en sus economías gracias a la cantidad de viajeros que hubo en el país.
Localidades como Atacames y Esmeraldas, en la provincia que lleva este mismo nombre; Quevedo y Babahoyo, en Los Ríos; Manta, Portoviejo, Crucita y otras en Manabí; Montañita y Salinas, en Santa Elena; Playas y hasta la misma Guayaquil, en Guayas, son un claro ejemplo de que las acciones tomadas en el tema seguridad, a raíz del estado de excepción declarado a nivel nacional, ayudaron en algo.
Sin embargo, sí molesta ver cómo, pese al pedido claro de que la ciudadanía también ayude, más bien hubo quienes irrespetaron el trabajo de militares y policías. Ocurrió en Montañita, donde les importó un pepino cuando la Policía llegó a pedirles un poco de orden. O en Crucita, donde un grupo de personas bañó con espumas a los militares. ¿Así pretenden retribuir el trabajo que realizan ellos por la seguridad del país? Si no ayudan, al menos no estorben, pues.