El Gobierno está pasando por momentos muy difíciles, no solo con la avanzada de medidas de protesta de las autoridades municipales del país por la falta de devolución del pago de impuestos a que tiene derecho.

Por eso la actitud de la Alcaldesa de Guayaquil, el 25 de julio anterior, durante la sesión solemne del Concejo Cantonal por el aniversario de la Fundación de Guayaquil, a la cual no concurrió el presidente Lenín Moreno. A ello se agrega el anuncio oficial de anticipar el cobro del impuesto a la renta para el próximo 14 de agosto, cuando por costumbre se cobraba en abril del año siguiente.

El Gobierno aduce que tiene que proceder así por la grave crisis económica que está sufriendo el país, especialmente el Fisco, lo cual es de dominio público. Pero el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio del Ecuador, Pablo Arosemena, aseguró que la empresa privada ha perdido más de 20 millones de dólares en ventas, además que más de 228 mil compatriotas han perdido sus empleos durante esta emergencia, y que no se visualiza una situación inmediata, y que la economía del país no se reactivará con más impuestos cuando, más bien, necesita reglas oficiales claras, mayor confianza y liquidez. Y si no va a inyectar liquidez, por lo menos que no la quite. Adelantar el pago de impuestos no fomenta el progreso.