El fútbol es pasión de multitudes y un buen pretexto para la diversión entre amigos y familia. Pero cuando se trata de la selección nacional, el sentimiento de orgullo y patriotismo puede sanar las más profundas heridas en este país golpeado por la corrupción, violencia criminal, carencias en áreas de salud, educación y desempleo.

Que el debut en la Copa del Mundo de la Tricolor ante el anfitrión Catar sea, como ha sucedido en las citas pasadas de 2002, 2006 y 2014, ese factor de unión para recomponer a este Ecuador fragmentado por toda clase de disputas. Que la entrega en la cancha de los seleccionados sea el ejemplo para tirar para el mismo lado y lograr el objetivo: rescatar del fango al país.

¿La Tri en el Mundial es un factor de unión?

“Sí, definitivamente sí une a las personas. La gente está emocionada, anda pendiente de la Tri y pareciera que es una superfiesta”.

“Claro, porque todos somos de un mismo país y eso hace que nos unamos. Estamos pendientes de si Ecuador gana o cómo les va a los jugadores”.