En estos tiempos donde todo se ha vuelto virtual, el censo poblacional puede hacerse de forma virtual hasta fines de este mes, pero lidiar con los problemas de conexión y de inseguridad que tiene el país provoca estrés y preocupación por el riesgo de que los datos de los censados sean vulnerados.

Como ocurre con la mayoría de las plataformas de las instituciones estatales, quienes optan por el censo en línea se están enfrentando a las malas condiciones de conexión digital. Los reiterados mensajes de ‘vuelva más tarde’ acaban con la paciencia del internauta que, luego de registrarse, deberá someterse a más de 40 minutos de cuestionario para terminar el bendito proceso del censo, cuya complicación empieza en el mismo instante en que se pide buscar la ubicación de la casa en un mapa digital de un lugar que ni siquiera encuentra.

Pero no todo queda aquí. El mayor problema será pegar en el exterior de la casa undocumento con código QR para que sea escaneado por el censador presencial, lo que puede convertirse en un ‘dulce’ para la delincuencia y su ‘central de inteligencia’ con la que realiza todo tipo de extorsiones.

Desde ya el Instituto encargado del censo debe indicar una forma más segura, que evite poner en riesgo a la población. Seguridad en todos los espacios es lo que piden los ciudadanos.