En medio de la caótica situación que atraviesa nuestro país, donde cada día se suma un nuevo problema que agudiza la crisis general, las ofertas de descanso a pocos kilómetros de las principales ciudades se presentan como alternativas a considerar. Los apagones han hecho que pasar tiempo en casa no resulte agradable para muchos.

Por ejemplo, en Guayaquil, Quito, Cuenca, Portoviejo y Manta existen haciendas y centros turísticos que están ubicados cerca de las vías principales. Estos lugares ofrecen una conexión valiosa con la naturaleza, ideal para que las familias, dejando de lado los aparatos electrónicos, puedan volver a compartir momentos de calidad. Esta comunicación, que por lo general se ve fracturada por el estrés diario del trabajo y otras tareas, es esencial para acercar a padres e hijos, y viceversa. En un contexto de inseguridad, es más importante que nunca recuperar el diálogo y la confianza.

Aprovechar estas escapadas a la naturaleza no solo brinda un respiro del estrés cotidiano, sino que también fortalece los lazos familiares en un momento en que la comunicación es más vital que nunca. Es un llamado a redescubrir la importancia del tiempo compartido, a encontrar refugio en la tranquilidad y a cultivar la confianza y el diálogo en nuestras relaciones.

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