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Opinión

Editorial: Bicentenario independentista

Por supuesto que no solo los nacidos en el Puerto Principal, sino que los ecuatorianos todos, sentirán y manifestarán la misma emoción patriótica al celebrarse hoy, 9 de octubre de 2020, los 200 años de independencia de la ciudad fundada por Orellana en los márgenes del río tutelar, el caudaloso Guayas. Y ello, por el hecho histórico de que no solo significó la independencia de nuestra urbe, que fundada en las faldas del cerro de El Carmen, se extendió hacia el sur, siguiendo la ruta que nos lleva al golfo, sino que fue, sobre todo, el comienzo de la gesta libertaria que culminaría dos años después, el 24 de mayo de 1822, con la victoria en las faldas del Pichincha que liberaría todo el territorio de la Real Audiencia de Quito, que desde 1830 pasaría a convertirse en la República del Ecuador. Una gesta que pudo darse por la decidida acción y financiación para la campaña militar llevada a cabo por los próceres de octubre, encabezados por Olmedo.

Valiosos antecedentes históricos permiten entender el triunfo de la revolución guayaquileña. Por ejemplo, Chile, entonces independiente, con su incipiente gobierno ayudó a los guayaquileños en la participación de la armada de la Estrella Solitaria que derrotó a los últimos buques ibéricos que le quedaban a los realistas en el Pacífico Sur. La pandemia de COVID ha impedido que la celebración sea multitudinaria en calles y plazas, pero el corazón de todos los ecuatorianos latirá emotiva y orgullosamente en tan importante celebración histórica.