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Farándula
Renata Salem: “En india evolucioné y mejoré”
La actriz de la serie ‘Sí se puede’ relata su experiencia en ese país asiático, donde estuvo modelando 5 meses
Aunque su rostro no es nuevo en la televisión, Renata Salem tiene en cada producción en la que participa un reto por cumplir. A diferencia de su personaje en ‘3 familias’, su rol en la nueva serie de Ecuavisa, ‘Sí se puede’, es el de una mujer voluptuosa con escenas subidas de tono.
La joven, quien además es modelo y escritora, dice haberse preparado para esa secuencia. Más allá de la técnica actoral, está también todo el aprendizaje que absorbió de la India, país que la ayudó a cambiar en muchos sentidos. Renata le comentó a DOMINGUERO cómo se dio esa metamorfosis que le permitió madurar, reforzar su lado espiritual y, sobre todo, apreciar las cosas más insignificantes.
A tan corta edad eres escritora, actriz y modelo. Has hecho de todo un poco.
Escritora y actriz.
¿Dejaste el mundo del modelado?
No del todo, pero ahora no se está moviendo mucho. Estuve explorando diferentes facetas.
¿Cómo cuáles?
Escribir y ser actriz. Dicen que un barco que puede navegar en diferentes aguas puede zarpar de distintos puertos.
¿En cuántos puertos has estado?
Viví un año en México, donde trabajé como modelo y, además, estuve formándome como actriz. Luego estuve 5 meses en India, donde también fui a modelar.
¿Qué descubriste en ese país tan lejano?
Ir allá me causaba una gran curiosidad. Me sentía emocionada por conocer ese país. Me dijeron que entraba como una persona y salía como otra, y yo quería eso. Deseaba evolucionar, descubrir cosas y lo logré. Entré a la India siendo reina y salí como una Renata mejorada.
¿Mejorada en qué sentido?
Me quité ciertos prejuicios que tenía en mi cabeza. Quienes vivimos en América tenemos otro concepto de lo asiático pero cuando lo vives y lo palpas, entiendes las cosas. Aprendes a valorar lo que tienes. Antes era exigente y ahora me contento con lo mínimo, veo la belleza en las cosas más pequeñas, en las miradas, en una sonrisa. Aprendí a ver las energías de las personas.
Espiritualmente fue un cambio rotundo.
Fue hermoso. Me vi obligada a comunicarme con las miradas, expresiones, gestos y eso me ayudó incluso a mejorar mi comunicación corporal. También reforcé el respeto y tolerancia de las costumbres y religión de otras culturas.
¿Hay algo que te haya marcado como ser humano?
Sí. Tengo una anécdota. Algo que jamás voy a olvidar; fue un momento lindo que me pasó. Salía de un restaurante, yo vivía en Mumbay, y tomé un Uber para regresar a mi casa. En el camino vi, en un lugar oscuro, a muchos niños descalzos; solo llevaban calzoncillos y tenían una bicicleta sin ruedas. Encima de ella había un pan y sobre él, una vela. Estaban cantando ‘Cumpleaños feliz’ en hindi. Se les veía tan felices celebrando con dulzura el momento de alguien de tener un año más de vida. Ahí entendí que uno sí puede ser feliz con lo que tiene, porque cada momento es invaluable, no tiene precio. Hay personas que pueden ser millonarias y no pueden comprar la felicidad. Ese momento cambió mi modo de vivir y de pensar.
Aparte de todo lo que te llenó el alma, ¿aprendiste a bailar al estilo de Bollywood?
(Risas) Aprendí a bailar, porque en ciertos comerciales de TV me enseñaron a mover las manos. Aprendí a hablar un poquito de hindi. Sé decir mi nombre, la edad, los números del 1 al 30, que usé sobre todo en los mercados. Tomamos té, me daban cubiertos para comer. Fue mágico. Soy muy aventurera.
¿Esas experiencias vividas te han aportado cuando escribes?
Me ayudó mucho a escribir. Nadie hablaba mi idioma y fue como una catarsis. Me dio tiempo para estar conmigo misma y terminar el libro. En India desarrollé mucho del libro que terminé en Guayaquil. Se llama Hiedra sobre las rosas. Es una colección de relatos y poemas. Tengo en mente escribir otro de la India.
También tienes un título como reina de belleza.
Fue una mala experiencia estar en un reinado. Es algo de lo que prefiero no hablar.
Bueno, entonces hablemos de tu trabajo actoral. Estuviste en ‘3 Familias’, ahora estás en la nueva serie de Ecuavisa, ‘Sí se puede’. ¿Estaba en ti ser actriz o era algo por experimentar?
Siempre quise actuar. Yo crecí tras el telón. Mi madre, Elena Rodríguez, fue actriz de teatro y la actuación me puso un reto. Empezar a despegarme de mi ego, poder transformarme, aprender a separar a Renata de un personaje, pero a la vez mantener la esencia. Me siento orgullosa de poderlo dominar. La vida está hecha a base de retos.
Uno de esos retos fue grabar escenas fuertes en la nueva novela. ¿Cómo te sentiste?
Mi personaje en ‘Sí se puede’ se llama Valentina, representa a una de las novias de Kaviedes en España. Tiene muchos altibajos, sale de la novela de una manera trágica; fue un reto grabar una escena muy fuerte. Me preparé varios días emocionalmente para ella. Quiero seguir actuando, no mido el tiempo cuando estoy frente a las cámaras, me fascina, pero por la pandemia no se están haciendo muchas producciones.
- Romper prejuicios
Estoy usando mis redes sociales como herramientas para educar, para romper ciertos prejuicios. A través de Instagram TV abordo temas de educación, cultura y también de belleza e imagen. Lo que trato de hacer en cultura es educar a la gente sobre ciertos conceptos, que hablen con propiedad. También doy mi opinión, pero sin imponerla. Invito a la gente a meditar sobre un tema específico. Por ejemplo, sobre la discriminación y mucha gente me agradeció. Las generaciones sí están listas para escuchar. La diversidad es lo más lindo. Hay otros temas a tratar sobre el buen manejo y uso responsable de las redes sociales.
- MÁS DE ELLA
* Es autora del libro Hiedra sobre las rosas.
* Gracias a su físico, fue contratada en India para hacer comerciales de televisión y sesiones de fotos.