Lorenzo Pichizaca Solano fue dirigente deportivo en Mushuc Runa, y es un personaje conocido en la  Ecuafútbol y la LigaPro. Nació en la comunidad rural de Quilloac, en la provincia del Cañar, pero el balompié y los números lo llevaron a Ambato.

Es ingeniero en Finanzas, con dos maestrías, y en este 2020 ejerce el cargo de coordinador deportivo del Emelec.

Su pelo largo y el uso de ponchos son distintivos de su comunidad indígena.

La presencia de Pichizaca rompe los esquemas en la dirigencia del fútbol nacional, pues es la primera vez que un ‘runa’ llega a un equipo que no sea el Mushuc Runa, de la provincia del Tungurahua.  Aquí sus impresiones en una entrevista con EXTRA:

¿Qué tal estar en Emelec?

Es una experiencia nueva, con perspectivas diferentes a las que uno tenía. Lo digo por la exigencia del club y calidad de jugadores. Estar en Emelec es un sueño, un reto, un objetivo que siempre lo tenía, parecía inalcanzable y ahora estoy viviendo esa realidad. Tengo que estar predispuesto a todo lo que pide el club.

¿Cómo entró al mundo del balompié?

Soy ingeniero en Finanzas, pero estudié eso por la curiosidad de saber cómo se hacía el dinero. Del fútbol me gustaba ser comentarista, eso me atraía. Pero llegué a la dirigencia gracias al Dr. Luis Chango. En el 2014 Mushuc Runa se quedó sin gerente y necesitaban un coordinador. Nunca habían tenido a un indígena en ese puesto. Así es que tomé el reto y arranqué en la coordinación hasta llegar a ser su gerente.

¿Cómo fue dejar el poncho de Mushuc Runa y ‘prender el bombillo’ en Emelec?

Uno va adquiriendo experiencia y va conociendo a más directivos. Siempre me llamó la atención el manejo deportivo y financiero que tiene el presidente Nassib Neme en Emelec. Es uno de los mejores directivos del fútbol ecuatoriano. Una vez le dije que me gustaría estar en el equipo y se dio. Él me había visto trabajar en Mushuc y me dio la oportunidad de laborar en la coordinación deportiva del club.

¿Cuánto ha cambiado la vida de Lorenzo al llegar al Emelec?

Ha sido un cambio de vida en todo. Las exigencias son grandes, me ha tocado acoplarme a vivir en Guayaquil, estar lejos de casa. Este es un camino a seguir, no lo hago por mí o por mi familia. Aquí estoy representando a una comunidad indígena, vengo de Quilloac, donde hay chicos que también sueñan con llegar a un equipo de fútbol.

¿Qué soñaba de pequeño?

Quería salir a estudiar la universidad, pero pensando en mi comunidad. Siento que mi sueño se está cumpliendo, pero estoy abriendo un camino para todo el pueblo indígena que viene detrás de mí. Esta es una opción diferente para nuestra comunidad. Siempre hemos estado en el comercio, hemos sido doctores, abogados, pero ahora estamos abriéndonos cancha en el ambiente deportivo.

Lleva la bandera de los indígenas en la dirigencia deportiva del Astillero.

Estoy consciente de eso, sé que no será fácil. Emelec nunca había tenido un indígena. Gracias a Dios congeniamos con el presidente y toda la institución. Esto es de trabajo, me han tratado muy bien. Llevo la bandera de mi comunidad con la mayor responsabilidad.

¿Ya estuvo en la única sesión de presidentes de la LigaPro?

Sí, fue algo bueno, el presidente Neme me presentó ante todos y dijo que trabajo para Emelec. Muchos creían que estaba ahí por Mushuc Runa, pero no era así.

Ahora la gente lo conocerá como el' indígena de sangre azul', por pertenecer a Emelec.

Me siento halagado por vincular dos palabras exitosas: indígena, por mi identidad, porque soy runa; y ‘sangre azul’ por Emelec. Me he sorprendido mucho por la alegría que tienen mis coterráneos dentro y fuera del país.

¿Qué abarca su trabajo?

Todo lo que tenga que ver con Emelec, desde hacer oficina en el estadio Capwell hasta preparar toda la coordinación con el equipo en todo sentido. Mi debut fue en Machala, cuando jugamos ante Orense.

¿Es cierto que escuchaba todos los días al periodista Roberto Bonafont?

Siempre me han gustado sus comentarios. Tenía una radio pequeña en mi comunidad y lo escuchaba a él y también a Gerardo España. Quería ser un hombre de radio.