Jairo Vélez, el mediocampista manabita del César Vallejo de Perú, tiene una carrera curiosa. Va por su quinto equipo en el fútbol del exterior y apenas ha jugado cuatro partidos en la serie A de Ecuador, lo hizo en 2015 con Universidad Católica.

En entrevista con EXTRA, Corviche, como es conocido, reveló que, por su buen desempeño, Los Poetas lo quieren nacionalizar para que no ocupe una plaza de extranjero y se quede en el club hasta que cuelgue los pupos.

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- En Ecuador no tuvo las oportunidades para crecer.

En primera división solo jugué con Católica (2015). Pero debo aprovechar las oportunidades que se me van dando en el camino y mis oportunidades han estado en el extranjero. Me ha ido bien y eso me mantiene fuera de Ecuador.

- ¿Cómo inició su travesía en el exterior?

Tras salir de River Plate (2013), me salió la oportunidad de ir a Vélez Sarsfield, donde estuve dos años, pero luego regresé a Ecuador porque no tenía continuidad. En 2017, la Universidad de San Martín me llamó, tuve un buen año y por eso me fui a México (2018). Pero en 2020, Universidad César Vallejo me contactó y desde aquella fecha tengo continuidad.

- ¿Cuál ha sido su secreto?

Como jugador extranjero sé que debo dar más, hay más exigencia y eso uno debe asumirlo. Tienes que ser responsable en todo, entrenar bien y los fines de semana marcar una diferencia. Uno tiene que entender que, si lo tienen fuera de su país, debes aportar algo más, porque si no te despiden. Mi secreto ha sido trabajar fuerte y Dios.

- ¿Por qué Dios?

De joven, tomé decisiones equivocadas, pero Dios nunca se alejó. Cuando llegué a César Vallejo (2020), tomé la decisión de volver al camino de Dios. Acá (en Perú), me bauticé en 2020 y mi vida cambió para bien. Tengo otra manera de ver las cosas, tengo más paciencia en una profesión que es celosa. Dios me ha ayudado mucho. A veces, uno en el fútbol hace cosas equivocadas, pero Dios me ha tenido misericordia.

- ¿Es verdad que buscan nacionalizarlo peruano?

Llevo cuatro temporadas en César Vallejo y la idea salió del club, para no ocupar plaza de extranjero, quieren que siga de largo, hasta que me retire.

- ¿Eso involucra jugar con la selección de Perú?

Primero hay que esperar la nacionalización, las cosas vienen a su tiempo. Es mejor dejar todo en las manos de Dios. El resto viene demostrando un buen trabajo.

- ¿A usted y su familia les gusta la idea?

Mi familia está feliz y me gusta representarlos a nivel internacional. Ellos están felices y siempre cuento con su apoyo. Mi familia se siente orgullosa porque los estoy representando en otro país. Mis papás y mi esposa no se interponen a la idea.

- Debe estar muy acostumbrado a la gastronomía peruana.

Es buenísima, pero lo que más me gusta es el tacu-tacu. Es un arroz mezclado con frijoles frito, como si fuera un calentado, bañado en salsa de langostinos. También me gusta el lomo saltado, pero a los que vienen les recomiendo el tacu-tacu. Hay muchos platos rebuenos, con mariscos, pero en el tema del ceviche, yo me quedo con el ecuatoriano, un encebollado con la sazón manabita es otro nivel, no hay nada que los compare.

- ¿La hinchada peruana le tiene cariño?

Estamos haciendo historia en César Vallejo en el campeonato peruano, por eso que la hinchada es muy afectiva conmigo. Además, dentro y fuera de la cancha, siempre estoy predispuesto en dar todo para alegría de los fanáticos del equipo. Me llevo bien con ellos y me lo demuestran en cada partido con su apoyo, me hacen sentir todo el amor que me tienen.

- ¿Qué les aconseja a los chicos que no encuentran oportunidades en Ecuador?

Les digo que el camino en el fútbol es duro para los que somos de pueblos o ciudades pequeñas, pero hay oportunidades para cumplir los sueños; si no están en Ecuador pueden estar en otro lado, solo hay que saber tomar buenas decisiones. A pesar de lo duro que puede ser, deben seguir trabajando y entrenando para alcanzar su sueño. Con la ayuda de Dios todo se puede.

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