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Aucas y Emelec, Chillogallo 2016: Fue el partido más 'salado'
Siempre escuchamos a los futbolistas, a los técnicos... pero ¿y los árbitros? Miguel Hidalgo tiene mucho que contarnos y lo hará todos los jueves en su columna: Puro Boquilleo
El partido entre Aucas y Emelec que se jugó en Chillogallo en 2006 fue uno de los más ‘salados’ que me tocó dirigir. Primero cerraron el aeropuerto y suspendieron los vuelos desde Guayaquil, por una supuesta bomba que habían colocado en algún sitio. Era de noche y para no correr riesgos viajé vía terrestre esa misma noche.
En Quevedo se me unió Ángel Valdiviezo que también estaba designado para ese partido y vivía allá. Todo iba bien, hasta cuando cruzamos Santo Domingo. Allí se había producido un accidente de tránsito. Un camión con cilindros de gas se volcó y la vía estaba totalmente cerrada. Nos empezamos a desesperar, porque era de madrugada y el partido iniciaba a las nueve. Y antes de que amanezca decidimos abandonar el carro de pasajeros y empezar a caminar.
Por momentos corríamos y pedíamos a choferes que nos ayuden dándonos un aventón, pero nadie nos hacía caso. Tiramos ‘patada’ alrededor de 5 kilómetros, hasta que un señor que estaba cansado de esperar a que habiliten la vía prefirió regresar y hacernos el flete.
Nos llevó hasta Alóag, donde fletamos un taxi y continuamos el recorrido porque ya estábamos sobre la hora del partido. Cuando llegamos al estadio, los equipos estaban en la cancha y el cuarto árbitro iba a pitar, porque temían que nos retrasemos más y no lleguemos a tiempo. Y para rematar el día, Emelec ganó 1-0 en Chillogallo y los auquistas nos culpaban de esa derrota.