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Árbitra Joselyn Romero: "Me mandaban a lavar los platos"
La quevedeña de 26 años será juez de línea en la Copa Libertadores de América Femenina que se jugará del 5 al 22 de marzo en varias ciudades de Argentina.
La árbitra Joselyn Romero Macías ya está ‘curada’ de los gritos y palabrotas que le ha tocado vivir en el fútbol por dirigir un partido. Pero no olvida aquel debut como jueza cuando le dijeron de todo desde las gradas. “Los hinchas me decían que vaya a lavar los platos, cuando no estaban de acuerdo con la sanción de una infracción a favor del equipo al que ellos alentaban”, cuenta hoy la colegiada que fue asignada para pitar la Copa Libertadores Femenina que se jugará en Argentina del 5 al 22 de marzo.
Romero va al torneo junto a Viviana Segura y la árbitra central María Cornejo, quienes fueron escogidas por la Conmebol por ser las más ‘pilas’ de la Superliga Femenina en Ecuador.
SIN MIEDO
Será la primera salida internacional de la quevedeña, quien sostiene que se siente con mucha confianza para sacar la cara por el país, porque ya ha actuado en muchos partidos ‘pepas’ del campeonato nacional femenino
“El miedo a otro lado... ya estoy con los nervios de acero”, precisa la mujer, quien aún recuerda la primera vez que fue asistente de línea, teniendo a Omar Ponce como ‘pito’ central en un duelo de la sub-20 del torneo de Asoguayas. “Estuve muy nerviosa, pero Ponce me ayudó mucho ese día”, señaló.
Romero define como "duro" el partido de la sub-12 por el torneo nacional entre Ferroviarios y Olmedo. “Los padres de familia que estaban en las gradas me insultaban cada vez que pitaba una infracción y ellos no estaban de acuerdo. Me gritaban que vaya a lavar los platos en vez de estar pitando un partido de fútbol. También me mandaban a cocinar. Fue complicado, tenía 19 años”, destacó la ecuatoriana que empezó como atleta y representaba a Los Ríos, pero después le cogió el golpe al referato y le gustó.
Cuenta que se metió a pitar, ‘empujada’ por una entrenadora de atletismo que la motivó a que se inscriba en un curso de arbitraje que se realizaría en Guayaquil. Su padre, Mario Romero, quien falleció hace 4 años, le completaba para el pasaje y la enviaba todos los fines de semana para que se prepare. “Se me hacía complicado porque estaba estudiando Ingeniería Ambiental en la Universidad de Quevedo, pero logré graduarme en las dos carreras. Lo triste es que papá no podrá verme debutar en un torneo internacional, pero tengo el apoyo de mi madre, Mariuxi Macías, mi esposo y mis tres hermanos”, sentenció.
EL SALTO
En el 2019 la Comisión Académica de la FEF la puso en Primera B y su debut fue en un cotejo entre Atlético Porteño y Gualaceo. En el 2020 estuvo en la lista de FIFA para recibir el carnet que la acreditaba como árbitra internacional, pero la pandemia la dejó 'con los churos hechos’ porque no logró participar en ningún torneo.
Este año FIFA le renovó el carnet, el cual le permitió ser tomada en cuenta por Conmebol como juez de línea para la Copa Libertadores Femenina, cuenta la mujer de 26 años que está casada con Daniel Duarte y vive en el cantón Durán.