Comer sin tener hambre se llama ansiedad. La persona con esta condición come sin control, el fin es satisfacerse de manera momentánea. El peligro está cuando recurres a los dulces. Estos son la peor opción por ser adictivos.

Catherine Vera Palma, nutrióloga y experta en recomposición corporal, resalta que una persona con ansiedad debe comer las cinco comidas diarias. “En las cuales incluyas todos los nutrientes, te ayudará a que te sientes saciado, evitar estar a dieta, muchas restricciones causarán más ansiedad, más bien lleva una alimentación saludable y equilibrada”, dice la especialista.

¿Qué tomar cuando se te presenta este cuadro? Un batido de proteína o de avena. También puedes consumir carbohidratos complejos (quinua, avena, granos (garbanzos lentejas frijoles) y arroz integral.

Pero, ¿cuándo debes buscar ayuda profesional? Un nutricionista te dará soporte para evaluar tu estado nutricional y ofrecerte consejos sobre cómo mejorar tu alimentación. Además, un terapeuta o psicólogo puede guiarte a desarrollar habilidades para manejar el estrés y la ansiedad de manera efectiva.

Identifica lo que te provoca ansiedad

La tristeza, el estrés, la soledad y los demás emociones negativas provocan comer en exceso.

Aprende a gestionar las emociones

La clave está en el diálogo interno, la conversación que tengas contigo mismo. Utiliza frases positivas, esto hará que tus pensamientos se conviertan en positivos.

Relájate

Realiza actividades que te gustan. Sal a caminar, practica técnicas de relajación, respira, estas actividades te darán calma y te quitarán las ganas de comer en exceso.

Cuida tu alimentación

Bebe mucha agua, esta acción te ayudará a quitar esa sensación por comer. Ingiere más proteínas y menos azúcar.

Duerme bien

Si no duermes al menos 7 horas estarás agotado y tu organismo te pedirá ingerir comida y eso hará que aumentan los niveles de hambre.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!