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Hay gente que se sienta o acuesta en las jardineras. Algunos se dedicarían a delinquir.Karina Defas / EXTRA

San Roque: cama y meadero de pillos

En este sector del centro de Quito aprovechan las jardineras, recién remodeladas, para dormir, dejar sus porquerías y luego robar a la gente.

No es raro para los vecinos de San Roque ver a los delincuentes correr luego de robarse alguna cartera, teléfono o billetera. Tampoco es extraño verlos todo el día sobre las jardineras recién podaditas, ubicadas en las avenidas 24 de Mayo y Mariscal Sucre.

Vinicio Aguilar tiene un negocio cerca de estos espacios y es testigo cuando estas personas, en su mayoría hombres, se saltan las barandas de la avenida para huir con las pertenencias de los transeúntes y los conductores.

El 3 de mayo el Municipio anunció la regeneración de estos espacios. En esa ocasión, el alcalde Jorge Yunda dijo “seguiremos trabajando en su recuperación, e incluso se intervino en la calle Loja y la Plaza 1 de Mayo”. En la mejora se invirtieron 62.000 dólares, según el Municipio.

Sin embargo, para los moradores no es suficiente, pues la inseguridad ha crecido también por el abandono de las casas en esa zona. “Vimos que arreglaron los espacios verdes, pero sabemos que eso no va a regenerar esta zona conocida por la inseguridad ”, espeta Vinicio.

Harta suciedad

María Toaquisa, moradora de la avenida 24 de Mayo desde hace 10 años, cuenta que varias veces los pillos han falseado los seguros de su casa, pero no se atreve a enfrentarlos por temor a ser agredida.

Pero, la inseguridad no es lo único que aqueja a los moradores. Tanto María como Vinicio tienen la tarea diaria de limpiar los desechos biológicos que les dejan fuera de sus casas. “Huele horrible todo el tiempo y nos toca echar agua”, agregan.

Los vecinos también deben limpiar cuando otros orinan en la vereda.Karina Defas

Los ‘ocupantes’ de las jardineras también dejan desperdicios de comida y ropa sucia. “A veces se cambian para no ser reconocidos después de robar”, comenta María.

Vinicio recuerda que antes de la construcción del bulevar había más vida en el sector. “Estigmatizaron la 24 de Mayo y no era solo prostitución y cachinerías”.

Desamparados

Según los moradores, antes de octubre de 2019 se sentían un poco más seguros, pues siempre había algún agente en la Unidad de Vigilancia Comunitaria que funcionaba en la avenida 24 de Mayo. Esta fue quemada en las jornadas de protesta social de ese año. “Desde ahí no volvieron los policías”, agrega María.

La infraestructura se reinauguró en octubre de 2020, pero ya no funciona el destacamento allí. Los que sí están son agentes metropolitanos que vigilan el espacio público. “Pero los ven ahí y no hacen nada”, reclama Vinicio.

EXTRA solicitó respuestas sobre esta problemática al Distrito de Policía Manuela Sáenz, encargado del sector y a la Administración Municipal de la Zona Centro, pero ninguna de las dos dependencias concedieron las entrevistas hasta el cierre de esta edición.

Uno de los moradores indica el lugar donde quedan desechos biológicos.Karina Defas