El Papa Francisco, con 88 años de edad, enfrenta un estado de salud delicado que ha despertado interrogantes sobre el futuro del liderazgo en la Iglesia católica. Desde su primera intervención quirúrgica en 2020, el Vaticano ha comenzado a prepararse para un eventual cónclave que determine su sucesor. Diversos expertos han señalado quiénes podrían ser los principales candidatos para ocupar el puesto de sumo pontífice en caso de que Francisco fallezca o renuncie.

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Según el medio de comunicación El Nacional, el periodista Edward Pentin en su libro El próximo papa, da una lista de posibles cardenales que podrían ser considerados como reemplazos de Francisco el día que este deje el cargo como máximo líder de la Iglesia católica. De la lista original de 19 nombres, 10 han sido descartados con el pasar del tiempo por cuenta de su edad, pues existe la regla entre los cardenales de no elegir a nadie que tenga más de 80 años o que esté muy cerca a cumplirlos.

Expertos vaticanistas estiman que, dado que más del 60% de los cardenales pertenece al sector progresista, el próximo papa probablemente continúe la línea de Francisco.

Uno de los nombres que más resuena es el del cardenal filipino Luis Antonio Tagle (67 años), considerado una figura destacada dentro del sector progresista. Con una trayectoria marcada por su cercanía a la comunidad, su enfoque en la misericordia y la inclusión, Tagle ha sido visto como un posible sucesor desde el cónclave de 2013. Su papel como prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos refuerza su posición como uno de los candidatos más afines a la línea de Francisco.

Otro de los postulados es Matteo Zuppi (69 años), arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Su sensibilidad social y vinculación con la Comunidad de Sant’Egidio, dedicada a la mediación de conflictos y el apoyo a los más necesitados, lo perfilan como una opción alineada con la visión de una Iglesia abierta y dialogante.

Por otro lado, se encuentra Pietro Parolin (70 años), actual secretario de Estado del Vaticano. Su experiencia diplomática y su papel clave en negociaciones internacionales, como el acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos, lo convierten en una figura influyente dentro de la Curia. Aunque su postura es más institucionalista, equilibra elementos tanto del legado de Francisco como de Benedicto XVI.

En el ala conservadora, destacan nombres como Willem Eijk (71 años), arzobispo de Utrecht, con una visión teológica tradicionalista y posiciones firmes en temas doctrinales. Peter Erdő (72 años), primado de Hungría, también representa esta línea y ha mantenido posturas conservadoras en cuestiones familiares y bioéticas.

Asimismo, el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke (76 años) es uno de los opositores más críticos de Francisco. Fue relegado de su cargo debido a su rechazo a reformas como la comunión para divorciados vueltos a casar. Gerhard Ludwig Müller (77 años), ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Malcolm Ranjith (76 años), arzobispo de Colombo, son otras figuras vinculadas al ala más conservadora.

Entre los candidatos moderados destaca Peter Turkson (76 años), de Ghana, quien en 2013 también fue considerado para el papado. Su enfoque en la justicia social y el medioambiente lo hacen cercano a Francisco, aunque sin adoptar plenamente la corriente progresista.

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