Quienes viven en los alrededores de un parque de Rumipamba, en el norte de Quito, cubrieron con una rosa y hojas de árbol la sangre que permanecía cerca de unos juegos infantiles.

En este espacio fue asesinada Luzmila Cuzco, mientras paseaba a dos perros mestizos, la mañana del jueves 20 de febrero. La mujer, de 49 años, era empleada doméstica de una pareja de jubilados que tienen más de dos décadas residiendo en el sector.

En un inicio, la policía indicó que la mujer habría sido víctima de un robo y que se resistió al mismo. Por esto, el delincuente presuntamente le disparó en la cabeza. Sin embargo, vecinos contaron a EXTRA que esa teoría no sería verdadera porque cerca del cuerpo agonizante de la señora hallaron el celular.

Ellos presumen que fue un ataque por venganza.

¿Cómo fueron las últimas hora de la víctima?

Un guardia de seguridad que trabaja por la zona, quien prefirió no identificarse por miedo a represalias, contó que la señora entró al parque con los caninos a las 08:00. Minutos después observó que un sujeto en motocicleta se dio un par de vueltas por la manzana.

El desconocido ingresó como si nada por la puerta situada en la calle Vasco de Contreras, cruzó la cancha de vóley, subió unas gradas y le disparó a la mujer. Luego se retiró del lugar en el mismo vehículo.

(Te puede interesar: Plantón nacional de pacientes renales: ¿Lograron hablar con el Gobierno?)

Las cámaras de seguridad de un edificio registraron el momento de la huida y estas imágenes son analizadas por los agentes de Criminalística para tener más detalles del responsable y dar con su paradero.

Los moradores llamaron al ECU-911 para reportar el hecho y los paramédicos que atendieron a Cuzco notaron que tenía dos heridas de bala en la cabeza y aún respiraba. La estabilizaron y la trasladaron a una clínica privada, donde fue atendida de emergencia. Sin embargo, falleció por la tarde.

¿Cuál es la hipótesis del crimen?

Según las primeras indagaciones, la víctima trabajaba para unos adultos mayores que viven solos y que, al parecer, tenían sus familiares en el extranjero.

Ellos supuestamente suelen dar donaciones a personas de escasos recursos. Una familia venezolana solía acudir a su casa para recibir la ayuda.

Los vecinos agregaron que desde hace un tiempo, la pareja de jubilados dejó de darles apoyo, por lo que los extranjeros los habrían amenazado.

Agentes le dijeron a EXTRA que en esta zona viven muchas personas de la tercera edad. Algunos de ellos son pudientes y no tienen contacto con otros habitantes más que por videollamadas.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!