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El funeral hizo una parada en la calle donde la mujer vivía, en el barrio Los Ángeles.Cortesía

En Quito, vecinos de un barrio pasearon el cadáver de mujer de 81 años para despedirla con honores   

Margarita Allauca perdió la lucha contra una enfermedad. Era tan querida en el sector Los Ángeles, que muchos hicieron fila para verla por última vez

En una de las curvas del barrio Los Ángeles estaba el féretro con el cuerpo de Margarita Allauca. Los vecinos hacían fila para despedirse de la vecina, de 81 años, quien vivió en esa zona del centro de Quito por más de 40. La imagen se difundió el pasado jueves.

Llamó la atención por ser algo poco usual para los tiempos de emergencia sanitaria, pero que todos consideraron que fue necesario. “La vecina siempre fue muy alegre, pendiente de que estemos bien”, comentó Rosa Vallejo, moradora del sector.

Ayer, en el barrio, comentaron que Margarita había fallecido el domingo 13 de junio, después de luchar contra cáncer durante tres años. Un día antes dijo “que no podía más” y le aconsejó a su hijo César Palomo que cuidara de su padre, un hombre de 91 años.

Pidieron un recorrido con la finada

Según los familiares, fueron los propios moradores que pidieron que les dejaran acercarse al féretro y ante la imposibilidad de reunirse en un lugar pequeño como una casa, decidieron hacer un recorrido de un par de cuadras.

En el video que los nietos guardaron, se puede ver cómo incluso los niños esperan por su turno para verla a través del vidrio del ataúd. Le decían algunas palabras y con las manos le hacían las señales del adiós.

"Ella siempre hacía bromas y estaba pendiente de nosotros. Le teníamos mucho cariño, por eso quisimos despedirnos”.
ROSA VALLEJO

En vida

El jueves pasado, Allauca todavía caminaba y dio de comer a los pollitos que criaba, para el viernes ya estaba adolorida y el sábado ya se despidió de tres de sus seis hijos.

“El viernes le hice un baño de hierbas, me fui a la montaña a traerlas. Ella se estaba despidiendo”, relató César.

La fallecida vendía verduras en el mercado de San Roque, llegó de Latacunga con seis hijos y su esposo. De ellos ya han muerto tres, por lo que César es quien ha estado más cerca de sus padres. “Mi padre llora todas las noches, no se distrae con nada”.

Hicieron aclaración

Sin embargo, corrieron los rumores de que la muerte de Margarita había sido por coronavirus. “No vamos a ser tan irresponsables de sacar un cuerpo con virus al barrio”, dijo César, indignado.

El emotivo funeral que hizo una parada en la calle que vio crecer a la familia de Margarita es atesorado por la familia que sigue de luto.

“Siempre hacía bromas conmigo, a mi marido le decía que acabe pronto la casa. Deja un vacío en el barrio”, dijo Rosa Vallejo. Allí todos se conocen, incluso de las necesidades de cada uno. 

Hay mayor población de adultos mayores

Adultos mayores piden pruebas de coronavirus y ayuda para poder alimentarse.Karina Defas / EXTRA

Los moradores de Los Ángeles piden ayuda a las autoridades, pues al menos hay 30 adultos mayores que viven solos y por la emergencia sanitaria no han podido ganar dinero. María Mendoza tiene 84 años y su nieto apenas tiene trabajo como ayudante de panadería. “Si me llaman a limpiar, yo voy, pero nadie se acuerda de nosotros”, contó. 

Cuando empezó la cuarentena recibieron ayuda, pero el hambre no tiene plazo. También han sabido que algunos de los vecinos se han contagiado de COVID-19, incluso uno de ellos falleció hace un mes. Pero no saben si hay familias en cuarentena, ni cuántos mismos están contagiados. “Somos población vulnerable, queremos que nos hagan pruebas para saber a qué atenernos”, dijo Luis Espín.