Que son una “banda criminal”. Que se hacen pasar por policías. Que hacen “falsos operativos”. En definitiva, que son unos “delincuentes”. Así fueron catalogados los integrantes de un grupo llamado Comunitarios en Delitos Flagrantes en la capital.

Su polémico caso surgió luego de que detuvieron a 10 de ellos cerca del parque Cumandá, en el centro de la capital, el 17 de febrero. Se los acusaba de hacerse pasar por miembros de la Policía Nacional, ya que llevaban uniformes y se movilizaban en motos similares a las de la institución.

Pero, tras la audiencia, fueron liberados porque el juez concluyó que no eran un “peligro para la sociedad”.

Jean Paul del Castillo, director regional de ese grupo –conformado hace poco más de seis años–, habló con EXTRA de cuáles son las funciones de este organismo que, afirmó, no quiere arrogarse la labor policial, pero que tampoco son delincuentes.

“Somos un grupo legalmente constituido cuya función solamente es aprehender a una persona que cometa algún delito flagrante como lo faculta el Código Orgánico Integral Penal (COIP) en tres diferentes artículos”. Solo que, según Del Castillo, ellos quisieron diferenciarse usando uniformes y capacitándose

El problema

El representante explicó cómo actúan. “Si vamos por la calle y vemos que un ladrón está robando, nosotros los aprehendemos. Luego llamamos a la Policía para que tome procedimiento”. Aclaró que en ningún momento han hecho operativos o patrullan por la ciudad porque esa función la tienen los gendarmes.

Aseguró que el día de su captura ellos estaban yendo a La Gasca, noroccidente de Quito, porque también han hecho labores de voluntariado.

Sin embargo, Alain Luna, director de Investigaciones de la Policía Judicial (PJ), detalló que ya estaban indagando a los integrantes de Comunitarios de Delitos Flagrantes porque supuestamente extorsionaban a infractores de la ley.

Según el oficial, ellos pedían dinero a la gente para no detenerla. Algo que fue desmentido por Del Castillo.

Luna también explicó que cuando detuvieron a los 10 miembros del grupo se les decomisaron chalecos antibalas. Sin embargo, el representante de esa organización dijo que no tienen esos implementos. “Tenemos chalecos, pero no tienen las placas kevlar que protegen de los disparos”.

Ante la decisión de haberlos liberado, el director de Investigaciones de la PJ dijo que eso solo invitaba a otras personas a hacer lo mismo que hace ese grupo. “Esto solo crea confusión en las personas”.

A su criterio, el trabajo de detención de maleantes se lo debe dejar a la Policía. Luna dijo que no se puede fomentar este tipo de “paramilitarismo” al intentar emular a instituciones del Estado cuyas funciones están plenamente identificadas.