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Las mingas, como esta realizada en la ciudadela Alborada, son parte del proceso de mejoramiento de la seguridad en los barrios de Guayaquil.cortesía

La Prosperina se propone hacer frente al hampa y a las drogas

Los habitantes se reunieron con la Policía y autoridades para mejorar la seguridad en este sector popular del noroeste de Guayaquil 

Los robos y asaltos diarios, el consumo de drogas, la falta de luminarias y de mantenimiento de las áreas verdes son los principales problemas que enfrentan hoy los habitantes de la cooperativa Prosperina y la ciudadela Martha de Roldós.

Hasta estos sectores llegaron en las últimas horas los agentes de la Policía Comunitaria para dialogar con los moradores y conocer más a fondo estas problemáticas y buscarle  soluciones entre todos.

La noche del 11 de octubre, en la cancha de la cooperativa Prosperina, situada en el noroeste de Guayaquil, se instaló la asamblea comunitaria en la que intervinieron habitantes del sector; el jefe del Subcircuito Florida 1 de la Policía, Sbte. Bryan Tipán; el delegado del Municipio de Guayaquil, Carlos Valverde; y de la líder barrial Jenny Martínez.

Los presentes tomaron decisiones conjuntas para "mejorar la percepción seguridad" del sector, entre ellas: que los moradores apliquen al servicio Botones de Seguridad, para pedir auxilio en caso de emergencias y novedades;  crear un chat comunitario; organizar mingas de limpieza, poda de árboles, cambio de luminarias; y hacer patrullajes en las noches.

La Policía y los niños y adolescentes

Mientras tanto, en el edificio de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Martha de Roldós, ubicado en la ciudadela del mismo nombre, hubo un encuentro similar la mañana del 12 de octubre, pero este congregó a niños, niñas y adolescentes para, dentro del Proyecto "El Policía es Tu Amigo", hablar sobre Guayaquil y elegir a la Niña Criolla. Esta distinción recayó en la estudiante Sophia Quimís.

A más de hablar sobre la pujanza Guayaquil y la importancia que tiene en la historia nacional la reciente celebración del 9 de octubre de 1809, cuando los guayaquileños proclamaron su independencia, los policías motivaron a los presentes a continuar con sus estudios "para que en el futuro sean personas de bien".