Exclusivo
Actualidad
Se lanzó desde el cuarto piso de un inmueble de Machala
Una escena desgarradora protagonizó la madre del presunto suicida, quien le pedía que se levante porque para ella todo era “una pesadilla”
“Mi pana, bájate, no te creas el hombre araña”, esas fueron las últimas palabras que escuchó Eladio Alberto Valarezo Yaguana, de 33 años, quien la noche del domingo 28 de marzo murió luego de que se lanzara del cuarto piso de un edificio, en las calles Junín y Rocafuerte, pleno centro de la ciudad de Machala, provincia de El Oro.
El amigo del occiso, quien prefirió no identificarse, contó que le gritó esas palabras porque pensaba que Valarezo estaba bromeando o limpiando el motor de un aire acondicionado, por lo que siguió caminando por la calle Junín.
Después de unos minutos escuchó un fuerte estruendo y cuando regresó a ver era su amigo que se había caído.
“Escuché un fuerte sonido como si un neumático se hubiera reventado, y al regresar observo a mi amigo en el suelo. Él era muy amable, cada vez que podía me regalaba ropa”, manifestó el testigo.
Eran cerca de las 22:00 cuando el hombre presuntamente decidió lanzarse desde la ventana del departamento que alquilaba con su mamá.
Los transeúntes llamaron al ECU 911, cuyos operadores coordinaron con una ambulancia para que acuda al lugar.
Cuando los paramédicos llegaron solo corroboraron que Valarezo estaba sin vida, pues la caída había sido de cabeza lo que le provocó politraumatismo craneoencefálico grave, con la masa expuesta.
Drama de madre
A los pocos minutos llegó la mamá del presunto suicida, quien protagonizó una escena dolorosa. “Hijito mío, levántate, tú no pudiste hacer eso, sé que esto es una pesadilla y mañana todo volverá a la normalidad”, gritaba llorando Ángela Cristina Yaguana, quien no se despegaba de su cuerpo inerte sobre el pavimento.
Ella se lamentaba mucho y con golpes en el pecho sentía que algo podría haber hecho por su hijo, pues, según contó, en los últimos días lo notaba raro, estaba cabizbajo, y ese domingo se encerró en su habitación y no salió para nada, hasta que llegó la noche y escuchó el estruendo.
“Nosotros arrendamos un departamento, vivía solo con mi único hijo, él tiene su cuarto con vista a la calle. Nunca imaginé que iba a quitarse la vida de esta manera”, manifestaba consternada la progenitora.
Rehabilitado, pero deprimido
Los agentes de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) legaron al sitio y solo con ver la escena sabían que no había nada qué hacer por el hombre.
Los familiares lo cubrieron con una sábana hasta que su cuerpo sea trasladado al centro forense de Machala.
Según manifestaron los agentes, la madre del occiso les comentó que este, al parecer, era consumidor de droga, pero aparentemente estaba recuperado, aunque en los últimos días lo veía deprimido, por lo que estarían frente a un suicidio.