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Dosis de CBD para un chuchaqui relax
El platillo, a más de la hierbita, tiene un compuesto del cannabis. La cantidad la elige el comensal en Quito.
El encebollado es el plato número uno en Ecuador para curar el chuchaqui después de haberte pasado de tragos. Si antes la acompañabas con una cervecita, ahora puedes consumirla con CBD, una sustancia extraída del cannabis con fines medicinales que no tiene efecto psicoactivo.
Hace dos meses, Sebastián Alarcón abrió al norte de Quito “EnCBDllados”, el primer restaurante en el país que vende encebollados y ceviches con CBD. Su emprendimiento nació por una experiencia personal.
Convivir con el cáncer de su pareja y conocer lo beneficioso que fue el Cannabidiol (CBD) para la recuperación de Diana, hizo que se liberara de prejuicios y conociera a fondo la “maravillosa propiedad curativa y relajante” de esta sustancia.
El CBD es uno de los componentes cannabinoides más importantes de la planta de cannabis, que se encuentra en proporciones variables dependiendo de la cepa. No te ‘hará volar’ pero está comprobado científicamente que es antiinflamatorio, analgésico, antioxidante y neuroprotector. Se usa contra enfermedades degenerativas, epilepsia, cáncer, autismo y la ansiedad.
En 2019, Ecuador aprobó el uso y cultivo del cannabis con fines medicinales y desde el 21 de junio de 2020, con las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), el cannabis no psicoactivo o cáñamo dejó de ser una sustancia que se fiscalice.
Así han surgido numerosas industrias y laboratorios que producen aceites comestibles para apoyar a los nuevos emprendimientos relacionados con alimentos y uso de CBD que van en aumento, según algunas organizaciones que defienden su consumo.
Psiquiatra
El chef aficionado
Sebastián sabe de cocina y su platillo estrella es el encebollado, siempre prepara en las reuniones familiares y ahora para cientos de comensales que visitan su restaurante. “Con mis toques mágicos he logrado vender enCBDbollados a unas 70 personas por día entre semana y a 150 los sábados y domingos”.
Cuando abrió su local, la gente se sorprendía de ver la hojita de marihuana dibujada en el logotipo, hasta se tomaban fotos. “Unos se atrevían a probar una nueva experiencia gastronómica pero otros se iban asustados”, cuenta su propietario. Al local han llegado estudiantes, profesionales y un nuevo perfil de cliente: personas de más de 60 años.
“Hay un nuevo mercado que estamos detectando y es el del adulto mayor. Hemos tenido clientes que vienen para aplacar sus dolores musculares, la artritis o la fibromialgia”.
La mano derecha de Sebastián es Barbarita Salazar (48), una manabita que llegó a Quito por casualidad y, al encontrar trabajo cocinando encebollados, decidió quedarse en la capital. Ella tiene la sazón costeña y de martes a domingo demuestra a la clientela sus mejores dotes culinarios.
“Yo soy una experta para cocinar, una ‘máquina’. Soy manaba y allá no se usa esta sustancia (CBD) pero a la gente le gusta, me ha sorprendido toda la gente que llega. Yo no me doy abasto”, explica.
Cliente
La receta ‘mágica’
La dosis de CBD son 4 gotitas por plato, pero el comensal elige la concentración. Hay tres opciones: la primera que contiene mil miligramos de CBD, la intermedia concentra 3 mil miligramos de CBD, y la elevadísima que tiene una concentración del 99% de CBD y el 1% de THC.
Además se adorna el plato con CBD que es un fitocannabinoide de la marihuana que no tiene efecto psicoactivo y que sirve como condimento y decoración.
Sebastián compra el CBD a empresas autorizadas en Ecuador que tienen los permisos en regla y la licencia 5 que es aquella que permite elaborar y distribuir productos extraídos de la marihuana en el país. “Un frasco cuesta 96 dólares y me alcanza para unos 200 platos”, dice.
En dos meses, Sebastián ha logrado fidelizar a su clientela por eso piensa en grande. No descarta abrir sucursales en el país porque le han pedido este ‘platillo’ en Ambato y Guayaquil.
En marzo tiene una cita importante porque le han propuesto sacar una franquicia. “Esto se verá más adelante, pero por lo pronto estoy consiguiendo presentaciones de CBD en spray para usar en las bebidas, es otra manera de consumir este producto con todos sus benefi
La experta
Julieta Sagnay, psiquiatra especializada en adicciones, ha estudiado el tema de las adicciones los últimos 20 años. Ella asegura que varios órganos de nuestro cuerpo normalmente generan cannabinoides que regulan la percepción del dolor, la función hepática y cardiovascular.
“La pregunta es si nuestro cerebro ya genera estos receptores porque y para qué necesitamos más”, cuestiona respecto a los alimentos que contienen CBD.
Si bien reconoce que el CBD tiene efectos curativos y se usa para calmar la ansiedad y como analgésico con efectos paliativos, asegura que aún hay desinformación y la “gente está confundiendo con consumir porros con marihuana”.
Además, explica que para obtener el CBD de la marihuana hay un procesamiento específico. “¿Quién me garantiza cómo fue procesado?, ¿Quién me garantiza que no tiene THC, sobre todo en un país donde el paracetamol caducado no se lo controla”.