Cuatro de los cinco sentenciados por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio irán nuevamente a audiencia en este 2025, luego de que el Tribunal Sexto de Garantías Penales, de Quito, admitiera el recurso de apelación presentado por los procesados.

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Esta petición, presentada en diciembre de 2024, luego de la notificación de la condena por escrito, llevará a que el caso sea revisado por una Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha. Quienes han interpuesto esta acción son Carlos Edwin Angulo Lara, alias el Invisible; Laura Dayanara Castillo, apodada la Flaca; Erick Ramírez y Víctor Alfonso Flores.

El rol de los apelantes en el caso Villavicencio

Según las investigaciones y los testimonios presentados durante el juicio, cada uno de los apelantes habría tenido un papel clave en la ejecución del crimen, ocurrido el 9 de agosto de 2023, luego de que don Villa -como era popularmente conocido- participara en un mitin, en el norte capitalino.

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El Invisible fue identificado como autor del asesinato, pues él habría dado órdenes para la ejecución, desde la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, mientras que Laura Castillo habría suministrado recursos logísticos como dinero, armas y motocicletas a los sicarios. Erick Ramírez y Víctor Alfonso Flores también habrían tenido participación activa, aunque en roles más operativos.

El pago por la muerte de Fernando Villavicencio

De acuerdo con el testimonio anticipado de un testigo protegido, el asesinato de Villavicencio fue planeado y su “cabeza” habría tenido un precio de 200 mil dólares. El testimonio también reveló que los procesados serían integrantes de facciones del grupo criminal Los Lobos y que el asesinato también se habría motivado por el temor a las políticas que Villavicencio planeaba implementar si llegaba a la presidencia, entre ellas, cambios drásticos en el combate contra el narcotráfico y la corrupción.

El Chino Honda y su papel en el caso Villavicencio

En su testimonio, el testigo protegido sostuvo que este crimen había sido ordenado por “el gobierno de Correa”, sin dar mayores detalles o nombres relacionados con la política, pero sí entregó identidades de otros individuos que habrían tenido participación en el asesinato. Uno de esos personajes sería el Chino Honda, cuyos nombres son Darío Suárez.

Él también habría dado disposiciones desde la cárcel de Latacunga, porque supuestamente buscaba obtener beneficios como la consolidación de su poder dentro de la estructura de Los Lobos, el control de zonas estratégicas para el narcotráfico y, eventualmente, su salida de la prisión. El testimonio protegido también indica que Chino Honda, al parecer, tenía contactos -entre ellos fiscales- dentro de la Fiscalía General del Estado, ubicada en la avenida Patria, en Quito. A través de ellos, presuntamente, quería buscar la forma de salir.

Lo que sigue tras la admisión del recurso de apelación

El Tribunal ordenó la remisión del caso a la Corte Provincial de Justicia de Pichincha para que la Sala de lo Penal conozca y resuelva el recurso de apelación. Mientras tanto, se declaró la ejecutoria de la sentencia para Alexandra Elizabeth Chimbo Farinango, quien también fue condenada por su participación en el crimen, pero no presentó recurso alguno.

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