Yéssica Yessenia Chalén Cano y sus dos hijos, de 17 y 14 años, pagaron con sus vidas los errores presuntamente cometidos por un familiar.

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La noche de este lunes 20 de enero, estaban dentro de su domicilio, ubicado en la manzana 11 de la cooperativa Derecho de los Pobres, cuando fueron atacados por sujetos que llegaron a bordo de una motocicleta blanca.

Los delincuentes, no conformes con disparar contra el inmueble, forzaron la puerta e ingresaron para acribillar a Yéssica, de 44 años, y a sus dos hijos adolescentes.

Producto de los disparos, los tres fallecieron. Con estas muertes, el cantón Durán contabiliza 41 muertes violentas entre el 1 y el 21 de enero.

Una fuente policial informó que el objetivo de los criminales, al parecer, era un allegado de las víctimas, quien no se encontraba en el domicilio en el momento en que llegaron los verdugos.

“Las víctimas residían en un sector que se mantiene en constante disputa territorial por parte de las organizaciones criminales Chone Killers y Latin Kings. Los delincuentes habrían estado buscando a un miembro de esta última banda que reside en dicha vivienda”, afirmó un investigador de la Policía a EXTRA.

El conflicto entre estas dos bandas surge por el control del territorio para actividades ilícitas como microtráfico, robos, extorsiones y secuestros.

“Las tres personas fallecidas resultaron víctimas colaterales; no eran el objetivo, pero las bandas criminales, al momento de cometer este tipo de hechos, no dudan en acabar con inocentes, incluso niños”, agregó el miembro de la Policía.

El esposo de Yéssica y padre de los menores de edad conoció del hecho a través de una llamada telefónica de una familiar, quien le informó que su esposa e hijos habían sido atacados.

El hombre afirmó a los policías que llegaron al sitio del suceso para recoger evidencias, que al momento del ataque no se encontraba en su casa, ya que trabaja en su tricimoto desde hace 12 años.

“El hombre aseguró que no tenían problemas con nadie ni habían recibido ningún tipo de amenazas”, señaló uno de los uniformados.

En el lugar de los hechos, los policías recogieron 12 vainas percutidas y una bala deformada.

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