Un escándalo de gran magnitud ha tomado fuerza en las redes sociales, especialmente en Instagram, donde se ha creado una cuenta oficial para denunciar a un fotógrafo que presuntamente manipuló a unas 200 mujeres en Guayaquil, bajo la excusa de ofrecerles oportunidades laborales. Las denuncias han causado revuelo entre las víctimas y la sociedad, quienes ahora exigen justicia para evitar que más mujeres caigan en la misma trampa.

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El caso ha cobrado visibilidad a través de testimonios de mujeres influyentes que compartieron sus experiencias. Viviana Salame, actriz y creadora de contenido, fue una de las primeras en alzar la voz: "Lamentablemente, yo fui una de las chicas a las que le pidió insistentemente su cuenta para su ‘trabajo’. Caí en esa mentira", expresó con indignación en sus redes sociales. Salame cuestionó las acciones del fotógrafo, quien habría usado el pretexto del trabajo profesional para manipular a sus víctimas.

Gigi Mieles, actriz y creadora de contenido, también se unió a la denuncia y mostró su solidaridad: "Les creo a todas, me hizo lo mismo. No están solas", escribió, reafirmando que el fotógrafo había utilizado las mismas tácticas manipuladoras con otras mujeres.

Otra afectada, Mar Rendón, cantante y participante de MasterChef Celebrity, compartió su testimonio, destacando que aunque nunca cedió a la solicitud del fotógrafo, tuvo conversaciones en las que le pedía las claves de acceso a sus cuentas personales: "Me hizo lo mismo. Nunca le di mis claves, pero puedo mostrarles los mensajes que me envió pidiendo acceso a mis cuentas", indicó, enviando un mensaje de apoyo a las víctimas.

Michela Pincay: Transmisión en vivo y responsabilidad profesional

La presentadora de televisión Michela Pincay también se sumó a las denuncias a través de una transmisión en vivo en Instagram. Pincay explicó que, aunque nunca fue víctima directa de abuso por parte del fotógrafo, se sentía responsable por haber trabajado con él, ya que muchas mujeres, especialmente jóvenes, la vieron interactuar con él en redes sociales y confiaron en sus servicios. "Es mi responsabilidad y por eso debo denunciarlo. No quiero que esto le pase a más chicas", expresó Pincay, quien aseguró que presentará una denuncia formal ante las autoridades.

Otras voces: denuncias y solidaridad

El testimonio de Vale Franco también ha resonado entre las víctimas. "Pensé que era la única, me sentí estúpida y avergonzada, hasta que compartí mi historia y descubrí que a muchas más les pasó lo mismo", comentó, destacando lo extendida que estaba la manipulación del fotógrafo. La preocupación de Franco es clara: "Sigamos difundiendo para que ninguna mujer más caiga en este tipo de manipulaciones".

Gabriela Paredes, otra de las afectadas, se mostró sorprendida al descubrir que ella también había sido víctima. "Nunca imaginé que esto me pasaría a mí. Pensé que este fotógrafo era de confianza. Lo peor es que borré los chats, no tengo pruebas", lamentó, mostrando su frustración por no poder aportar evidencia.

A través de la cuenta de Instagram que sigue de cerca este caso, los administradores aseguraron que están trabajando para recopilar toda la evidencia enviada por las víctimas. "Estamos contactando a todas las mujeres afectadas para consolidar un registro más amplio", aseguraron, al tiempo que animaron a otras personas a compartir sus testimonios.

Lo que parecía un caso aislado ha tomado proporciones alarmantes, y se ha confirmado que algunas de las víctimas son menores de edad. "Existen víctimas menores de edad, mujeres que lo fueron en su momento y chicas que siguen siéndolo", lamentaron los administradores de la cuenta, señalando que este tipo de abusos no solo afecta a figuras públicas, sino también a mujeres jóvenes que confían en profesionales del medio.

Impacto en redes sociales y llamado a la acción

Este escándalo ha dejado al descubierto una peligrosa realidad en el mundo de la fotografía y las redes sociales, donde algunas personas abusan de su poder y posición para manipular a mujeres vulnerables. Las denuncias han alcanzado una gran visibilidad y las víctimas insisten en la necesidad de que la justicia actúe con rapidez.

Además, el caso ha puesto en evidencia la importancia de proteger la privacidad y la seguridad en las plataformas profesionales y sociales. Las víctimas han hecho un llamado a otras mujeres para que no teman denunciar este tipo de abusos y para que la justicia sea ejemplar ante estos casos de manipulación.

El escándalo sigue en aumento y las redes sociales se han convertido en el canal para dar visibilidad a esta problemática, mostrando el poder de la solidaridad entre mujeres y la fuerza de la denuncia colectiva.

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