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En Guayaquil buscan por cielo y tierra a un taxista informal
El conductor está desparecido desde hace 8 días. Lo vieron por última vez en el noroeste de Guayaquil luego de dejar un familiar en su casa
Angustiados y sin saber dónde más buscarlo se encuentran los familiares de Juan Martín Villamar Castro, de 62 años.
El hombre es un taxista informal que está desaparecido desde el pasado martes cuando realizó una carrera en el sector de La Ladrillera, en el noroeste de Guayaquil.
Según el hijo de Juan Martín, Jefferson Villamar, su padre fue a dejar a un familiar a su casa. “Lo vieron por última vez cerca de las cinco de la tarde del martes, desde entonces no sabemos nada de él”, manifestó el vástago.
Aumenta la zozobra
Pero la preocupación de ellos se acrecienta porque un día después de la desaparición habrían visto al vehículo por el sector de la ciudadela Bellavista de Guayaquil, y que en el mismo se transportaban cuatro personas.
“Mediante amigos pedimos que publiquen en sus redes sociales el hecho. Una allegada de la familia recibió una llamada de un hombre pidiendo 2 mil dólares para devolver el carro, pero no quisieron dar información de mi padre”, señaló el joven.
El familiar del chofer agregó que las personas que contactaron a su amiga le dijeron, burlándose, que el señor quizás esté con alguna mujer, lo que el hijo de Juan supone que es imposible, ya que él nunca se habría desaparecido de esa manera.
Jefferson asegura que existirían cámaras que captaron a su padre conduciendo por el sector de La Ladrillera, pero que el propietario de las mismas no quiere colaborar con ellos.
“Hemos visitado hospitales, morgue, carreteras oscuras y lejanas, donde comúnmente dejan abandonados a taxista. Nos angustia porque cada día que pasa disminuye la esperanza de encontrarlo con vida, así nos dijeron los policías que tienen el caso de mi padre”, dijo Jefferson.
A Martín Villamar Tomalá, padre del desaparecido, le parece extraño que dos días antes del hecho, un vehículo nunca antes visto por el sector se estacionara allí por dos ocasiones.
“En el carro estaba un hombre de tez negra y medio sospechoso, no sabemos si tiene algo que ver en esto”, dijo el desesperado anciano.