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La robot Aria puede ofrecer compañía e interacciones genuinas.extra

Aria, la robot para solteros: ¿también funciona como muñeca inflable?

La viralidad de Aria ha desatado especulaciones sobre los posibles usos de la robot impulsada por inteligencia artificial

En el CES 2025, la feria tecnológica más grande del mundo, Realbotix, una empresa estadounidense especializada en robots humanoides e inteligencia artificial, presentó su modelo estrella: Aria, una robot diseñada para ser algo más que un simple asistente. Con un precio de $175,000, este avanzado dispositivo promete acompañar a sus dueños en la lucha contra la soledad. Pero surge la pregunta: ¿es Aria una novia robot o algo más?

Robots que buscan llenar vacíos emocionales

Realbotix asegura que sus robots están diseñados para ofrecer compañía y conexión emocional, desde actuar como representantes de marca hasta ser cuidadores de personas mayores o incluso parejas románticas. Según Andrew Kiguel, CEO de la empresa, la misión es clara: crear robots que sean casi indistinguibles de los humanos, tanto en apariencia como en comportamiento.

Aria, el modelo más avanzado, puede mover sus extremidades, desplazarse sobre un pedestal y reaccionar al entorno gracias a cámaras ocultas en sus ojos. Además, cuenta con inteligencia artificial que le permite reconocer a las personas, recordar información personal y mantener conversaciones que pueden llegar a ser bastante íntimas.

“Queremos que los robots sean capaces de crear emociones y mostrar lo que sienten. Aria puede ser como una pareja romántica: recuerda quién eres, cómo te sientes, y puede actuar como un novio o una novia”, explicó Kiguel.

¿Puede hacer las funciones de una muñeca inflable?

Ante las especulaciones, Kiguel fue contundente: “Aria no es un juguete sexual, pero sí puede mantener conversaciones de naturaleza más íntima”. Esta declaración no ha evitado que surjan dudas sobre el uso que podrían darle algunos compradores.

A pesar de estas aclaraciones, el precio de Aria, que ronda el costo de un automóvil de lujo, sugiere que está dirigida a un público exclusivo que busca algo más que tecnología: buscan una conexión emocional, aunque sea con un robot.

La personalización como clave

Otra de las características destacadas de Aria es su modularidad. Las caras de los robots pueden reemplazarse en cuestión de segundos, lo que permite personalizar su apariencia. Incluso las partes del cuerpo son intercambiables, ofreciendo la posibilidad de crear un nuevo personaje robótico sin necesidad de adquirir un modelo completamente nuevo.

Realbotix también cuenta con opciones más accesibles dentro de su gama, como un busto por $12,000 o un modelo desmontable por $150,000 que puede transportarse en una maleta.

  • Aria puede personalizarse a justo de sus dueños.realbotix

    ¿Realismo o ficción?

    Si bien los robots de Realbotix han generado interés mediático y curiosidad entre los asistentes al CES, todavía enfrentan retos para alcanzar un realismo total. Movimientos antinaturales, retrasos en las expresiones faciales y una mirada que no termina de convencer son aspectos que, por ahora, los alejan de cumplir su misión de ser indistinguibles de los humanos.

    ¿En qué se diferencian una muñeca inflable y Aria?

    Una muñeca inflable es un objeto diseñado principalmente con fines de entretenimiento para adultos, fabricado generalmente con materiales como vinilo o látex y que puede inflarse para adoptar la forma de una persona. Estas muñecas suelen estar pensadas para simular una experiencia íntima, y por lo tanto, incluyen características anatómicas humanas básicas. Robots como Aria están diseñados con inteligencia artificial, movilidad y capacidades interactivas. Esto los convierte en dispositivos mucho más avanzados, capaces de mantener conversaciones, reconocer rostros y ofrecer una interacción que va más allá de lo físico.

    Un futuro con robots personalizados

    Aunque todavía existen limitaciones, Realbotix ha demostrado que el interés por robots humanoides no deja de crecer. Ya sea como compañeros para combatir la soledad, asistentes en el hogar o simplemente una curiosidad tecnológica, Aria marca el inicio de una era donde las emociones humanas podrían entrelazarse con la inteligencia artificial. Una prueba de ellos es que durante la feria se vendieron 10 de las robots Aria a hombres que buscaban una forma de volver a tener la compañía de sus esposas fallecidas.

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