La misma selva que confundió a Edgar Sarabia, lo devolvió. Eso aseguran los habitantes de Boayacu, en la parroquia Teniente Hugo Ortiz, de Puyo, provincia de Pastaza, donde este hombre de 75 años es conocido por sus caminatas diarias en la montaña. Sin embargo, el pasado viernes 10 de enero de 2025 su rutina se convirtió en una lucha por la supervivencia.

(Te invitamos a leer: Colombiano capturado en Quito se hacía pasar por venezolano: FBI estuvo en el caso)

Aquel viernes, Sarabia salió temprano hacia una finca en el sector La Merced, pero no llegó. La tarde del sábado 11, su familia reportó su desaparición al ECU-911 y se movilizó a rescatistas y comuneros. Tras cinco días de búsqueda en un bosque primario, rodeado de ríos y terrenos de difícil acceso, encontraron al hombre al borde del río Anzú, en los límites del Parque Nacional Llanganates.

El aviso de su desaparición unió a vecinos, bomberos, policías y rescatistas especializados en selva. Las jornadas fueron extenuantes. Con machetes, perros rastreadores y determinación, los comuneros guiaron la búsqueda. “No podíamos dejarlo solo allá. Edgar es parte de nuestra familia extendida”, dijo Orlando Grefa, uno de los voluntarios.

Un milagro en la selva

El lunes 13, la esperanza llevó a los rescatistas a acampar en la montaña, enfrentando lluvias, insectos y frío. Finalmente, el martes 14, a las 15:00, lo encontraron deshidratado, desorientado y con heridas en el cuerpo.

“Estaba muy débil, pero consciente”, relató Marco Naveda, jefe de Operaciones del Cuerpo de Bomberos de Pastaza. Sarabia fue estabilizado en el lugar y trasladado en el helicóptero de Aeropolicial al Hospital del Seguro Social en Puyo.

Su conocimiento sobre la selva, adquirido durante años, fue clave para sobrevivir, aunque ni él mismo sabe cómo logró resistir. “Comía hierbas que conocía y bebía agua del río”, indicó un comunero.

Aunque el adulto mayor está fuera de peligro, su odisea dejó una lección en la comunidad: la selva puede ser un aliado, pero también un adversario implacable.

El jefe de operaciones de los bomberos mencionó que no es muy común que los habitantes de estas zonas cerca de la montaña se pierdan, por los conocimientos que tienen, pero suelen darse llamadas de emergencias como la ocurrida con este adulto mayor oriundo de Boayacu.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!