Desde la madrugada de este 17 de enero, Guayaquil despertó bajo un incesante manto de lluvia que no dio tregua. Pasadas las 07:30, el agua había tomado posesión de numerosas vías, complicando tanto el tránsito vehicular como peatonal.

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El sistema ECU-911, a través de sus cámaras de vigilancia, registró la magnitud del problema, con acumulaciones de agua en puntos críticos como las intersecciones de José de Antepara y Clemente Ballén, Cacique Tomalá y Alberto Spencer, o las calles 25 y K, en el suburbio.

En redes sociales, el comunicador Paúl Tutivén compartió un video insólito: un grupo de jóvenes del Puerto Principal utilizaban un pequeño bote para evitar caminar por las anegadas calles de su barrio, donde el agua les llegaba hasta las rodillas.

En medio de este caos acuático, Segura EP emitió un comunicado acompañado de imágenes que mostraban a algunos trabajadores retirando, incluso bajo la lluvia, pilos de basura que obstruían las alcantarillas.

“Durante la limpieza del alcantarillado y sumideros, encontramos desechos que bloquean el flujo de agua”, indicaba el comunicado.

Este mensaje pone en evidencia un problema recurrente, uno que el alcalde Aquiles Álvarez ha señalado constantemente, haciendo un llamado a la corresponsabilidad ciudadana.

Embotellamientos en Guayaquil

El tráfico, como era de esperarse, se complicó enormemente. En la calle Antepara, los conductores avanzaban con extrema cautela, conscientes de que un movimiento en falso podría acabar en desastre, debido al agua acumulada.

Los peatones no tuvieron más remedio que adaptarse. Bajo los techos de estructuras cercanas, aguardaban pacientemente, protegidos de la persistente lluvia. Mario Jiménez, habitante de Sauces 4, comentó mientras dejaba a su hijo en una escuela de Guayacanes: “El clima está frío, el cielo oscuro... parece que seguirá lloviendo toda la mañana”.

En las redes sociales, la frustración de la ciudadanía se hizo sentir. La usuaria @Johanna_RamosTA, de X, publicó una foto que resumía la escena: una interminable fila de autos con las llantas sumergidas en agua, incluso cuando la intensidad de la lluvia ya había disminuido. “Lluvia = calles inundadas y tráfico colapsado en Guayaquil”, tuiteó.

Mientras tanto, otros usuarios, como @n0t3vagustar, se quejaban de que manejar en la lluvia se convierte en todo un ‘trámite’ debido a que los baches en algunas zonas de la urbe complican aún más la movilidad.

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