El cabo segundo Jhon Paúl Castro Cabrera, de 30 años, fue asesinado la tarde del domingo 2 de febrero, cuando un grupo de sicarios entraron en la clínica Pino, ubicada en la calle Vela, entre Boyacá y Pasaje, en el centro de Machala, provincia de El Oro. Su objetivo era liberar a Cristian Z., supuesto líder del grupo delictivo Sao-Box, quien se encontraba bajo custodia policial en esa casa de salud.

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El cabo Castro estaba a cargo de la vigilancia del detenido cuando al menos tres sujetos armados y encapuchados ingresaron al lugar, dispararon contra el uniformado, impactándolo en la cabeza. Tras el ataque, los criminales huyeron en un vehículo gris, llevándose al reo con ellos.

¿Cómo fue detenido el líder de los Sao-Box?

Cristian Z. había sido detenido el pasado 8 de enero, luego de un enfrentamiento con la Policía Nacional en el sector de Privilegio, en el cantón El Guabo. Aquella noche, los agentes realizaban operativos preventivos cuando fueron atacados a tiros desde una vivienda. En respuesta, se produjo un intercambio de disparos en el que el sospechoso resultó herido.

Tras el enfrentamiento, la Policía logró neutralizar a otros tres individuos y decomisar un arsenal que incluía cuatro pistolas (una de ellas modificada), un revólver, cinco alimentadoras, 52 municiones de diversos calibres, dos inhibidores de señal con su respectivo cargador, tres tacos de material explosivo, cinco cables detonantes y tres celulares.

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Ataque planificado y fuga del detenido

La liberación de Cristian Z. habría sido planificada, según Ryan Ramos, jefe de la policía de Machala, señaló al grupo criminal Sao Box, al que pertenecía el sospechoso. Este grupo armado organizó el operativo de rescate con sicarios que lograron burlar los controles de seguridad de la clínica.

El asesinato del cabo Castro Cabrera evidencia el nivel de violencia con el que operan las organizaciones delictivas en el país. Mientras la Policía Nacional desplegaba operativos en distintos puntos de la provincia de El Oro, los responsables lograron darse a la fuga con su líder.

Reacciones ante el crimen

El homicidio del uniformado ha generado indignación en la institución policial y la ciudadanía. A través de sus canales oficiales, la Policía Nacional lamentó la pérdida de su compañero y aseguró que se han intensificado las acciones operativas para capturar a los responsables.

“Cuando la vida de un policía se apaga, no solo pierde su familia o la institución, pierde el país, perdemos todos”, expresó la entidad en un comunicado.

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